El gobierno boliviano aseguró que el millón de dólares en efectivo detectado al interior de un vehículo, que fue interceptado hace dos semanas en Santa Cruz, proviene de una sucursal del Banco Santander de Iquique.
El auto de alta gama era ocupado por dos jóvenes el 12 de enero, y se determinó que el dinero no contaba con declaración aduanera, por lo que se sospecha un vínculo con actividades ligadas al narcotráfico, consignó La Tercera.
Este lunes, el viceministro de Régimen Interior y Policía de Bolivia, Jhonny Aguilera, sostuvo que el efectivo proviene de las bóvedas del mentado banco, y ratificó que ingresó de forma ilegal a ese país.
Consultada al respecto, la ministra del Interior, Carolina Tohá, afirmó que "a Chile no le consta ninguno de esos antecedentes", y por lo tanto, "vamos a pedir más elementos a las autoridades bolivianas que han señalado esa teoría, porque no obra en manos de ningún organismo nuestro esos antecedentes como para hacer esa vinculación".
A la vez, el medio boliviano La Razón complementa que el gobierno de ese país requirió información sobre el propietario de la cuenta al banco chileno, así como imágenes de la persona que realizó el retiro.
Por otra parte, los policías que fiscalizaron el vehículo hurtaron el dinero, y al día siguiente, tres abogados intentaron recuperarlo afirmando que eran sus propietarios. Posteriormente, tres uniformados dijeron haber sido amenazados y que devolvieron la suma, lo que llevó a que quedaran en prisión preventiva por el delito de concusión (exacción hecha por un funcionario público en provecho propio).
La misma sanción le fue impuesta a uno de los tres juristas, el supuesto testaferro de los verdaderos dueños del efectivo, que no han sido identificados por ahora.