El chileno Patricio González Gálvez, abuelo de los niños huérfanos de yihadistas suecos que fueron rescatados de Siria, reconoció que los pequeños se encuentran estresados y con traumas luego de "haber sufrido mucho".
Los siete pequeños aterrizaron este miércoles en Landvetter, en las afueras de Gotemburgo, lo que fue confirmado por Cooperativa durante la madrugada, tras lo cual fueron enviados a una casa de los servicios sociales suecos a la espera de que se defina quién quedará a cargo de ellos.
"Estamos en una casa de custodia donde los están tratando. Hay personal preparado. Son muy pequeños, es una tarea imposible y sobre todo con las condiciones que ellos vienen, que están con algunos traumas, están estresados y han sufrido mucho", declaró González Gálvez, quien reside en Suecia, en conversación con 24 Horas en Gotemburgo.
Los pequeños se encontraban en un campamento de refugiados en Al-Hol, Siria, tras la muerte de sus padres en un combate del Estado Islámico (EI) en enero, donde permanecieron hasta el pasado 7 de mayo cuando el Ministerio de Asuntos Exteriores sueco confirmó que los niños fueron llevados a Irak desde Siria, donde se reencontraron con su abuelo.
Su historia se dio a conocer gracias a González, quien realizó gestiones tanto con el Gobierno chileno como con el sueco para lograr recuperar a los menores, descendencia de su hija Amanda y su esposo Michael Skramo, un noruego criado en Suecia.
El abuelo expresó que "fue un llamado del corazón, tenía que hacerlo sí o sí. Eran mis nietos, son niños inocentes, no tenía otra opción, para mí no había otra opción. Así que fui con toda la esperanza, con todo el corazón en la mano y encontré mucha ayuda".
"Y salió, salió adelante. Pude encontrar a los niños, los encontré unos por acá, otros por allá y después los juntaron ellos y afortunadamente esto tomó un vuelo tan grande que los niños se hicieron famosos tanto allá en Kurdistán como acá en Suecia", aseveró.