En Cancillería trabajan contra el tiempo de cara al juicio por homicidio que enfrentan dos jóvenes chilenos en Malasia, y en el cual arriesgan la pena de muerte si es que se les encuentra culpables.
Felipe Osiadacz y Fernando Candia llevan más de siete meses detenidos en una cárcel de Kuala Lumpur y aseguran que el crimen del que se les acusa fue una muerte accidental.
Según relatan los chilenos, los hechos sucedieron luego que un hombre que les pidió dinero los siguiera hasta el lobby del hotel en que se alojaban, donde rompió un espejo para atacarlos con un trozo de vidrio, donde se dio un forcejeo que terminó con la muerte del ciudadano malayo, versión que es apoyada por el recepcionista del hotel.
El canciller Roberto Ampuero aseguró que el Gobierno sigue trabajando en el caso, sosteniendo que "Cancillería y la Embajada, el Departamento Consular, se ha ocupado y se ocupa de estas personas".
"Estamos siguiendo atentamente este asunto. Ésta es una situación en desarrollo, está en manos de la Justicia de ese país. Nosotros estamos atendiendo, asistiendo a estos dos chilenos", indicó.
Mientras que el ex subsecretario de Relaciones Exteriores Edgardo Riveros comentó que ésta "es una situación muy compleja para la familia. El hecho tiene un origen policial, entonces debiesen actuar los Tribunales de Justicia".
"Lo que corresponde, y fue la instrucción que se dio en su momento, fue instruir particularmente al cónsul para que pueda brindar asistencia consular, visitas, que son las instrucciones permanentes, por lo demás, que existen en la Cancillería y que operan a través de la Dirección General Consular", añadió la ex autoridad, que habló en su momento con los familiares.
Sus familias acusan que a los jóvenes, que reciben las visitas del cónsul chileno una vez a la semana, ni siquiera se les han suministrado las vacunas contra malaria y fiebre amarilla que suelen darse a los reos.
"Muchos mueren en las cárceles de Malasia por situaciones irregulares"
Por su parte, el vocero de Amnistía Internacional, Roberto Morales, sostuvo que "la situación en Malasia, en general, es una situación compleja del punto de vista de la violación de los derechos humanos".
"En el caso de la pena de muerte, está para delitos comunes y también está el tema de drogas. 800 personas que hoy están condenadas se encuentran esperando la pena de muerte", agregó.
Además, Morales dio cuenta que "muchas personas que son migrantes mueren en las cárceles de Malasia, no por una condena, sino que en situaciones irregulares".
Si bien se espera que el juicio se concrete entre fines de mayo y junio, las audiencias han sido aplazadas en más de una oportunidad.