Francisco Javier Solar y Mónica Caballero, los chilenos que fueron condenados en España por el atentado cometido en 2013 en la Basílica del Pilar de Zaragoza, volverán al país la próxima semana tras haber sido expulsados desde Madrid.
La deportación, publicó este domingo La Tercera, es a modo de sustitución de la condena de cuatro años y medio de cárcel por delitos de lesiones y daños terroristas tras instalar un artefacto en la nave central compuesto por un balón de butano, dos kilos de pólvora y un reloj activador el 2 de octubre de 2013 y que lesionó a una mujer.
La decisión judicial fue realizada el pasado 30 de enero por los jueces de la Audiencia Nacional, luego de que el matrimonio -que se casó tras las rejas- invocara el artículo 89 del Código Penal español alegando que las penas de más de un año de prisión en contra de ciudadanos extranjeros pueden ser reemplazadas por su expulsión del territorio.
El retorno ya fue notificado al Gobierno y fue materia de discusión en el comité policial de la semana pasada, preocupado porque se produce en medio del debate por modificaciones a la Ley Antiterrorista tras el atentado al presidente del directorio de Codelco, Oscar Landerretche, informó el matutino.
Solar y Caballero arribarán en un vuelo procedente de la capital hispana luego de haber acreditado un domicilio en Chile y lo harán en calidad de ciudadanos libres ya que fueron absueltos en el bullado caso Bombas.
Gobierno espera más información desde España
Consultado al respecto, el subsecretario del Interior, Mahmud Aleuy, comentó que "se están haciendo los trámites en España, porque entiendo que los españoles van a expulsar a estas dos personas".
"Cuando pase eso podremos informar más en detalle. (La expulsión) es una decisión judicial de otro país y veremos lo que vamos a hacer, cuando ellos nos informen", manifestó algo molesto ante la insistencia de la prensa, consignó Emol.