Los ex cancilleres Soledad Alvear, José Miguel Insulza, Mariano Fernández, Carlos Figueroa, Heraldo Muñoz, Juan Gabriel Valdés e Ignacio Walker emitieron este sábado una nueva declaración pública contra la decisión del Presidente Sebastián Piñera de no suscribir el Pacto Migratorio de la ONU.
A diferencia del comunicado que firmaron durante la semana, en el que "deploraron" el rechazo al acuerdo, en el texto de hoy se enfocan en contrarrestar los argumentos que ha esgrimido el Mandatario en los últimos días, sobre todo en una declaración pública de esta misma jornada, para explicar su determinación.
"Ahora queremos añadir y afirmar que, sin perjuicio de que corresponde al Presidente de la República la conducción de la política exterior, en este caso el Presidente Piñera ha actuado sin consideración a la política de Estado, de unidad y consenso que ha caracterizado a la política exterior chilena a través de su historia, haciendo prevalecer otro tipo de consideraciones", fustigan.
Critican que la decisión del Ejecutivo -que marcó un giro respecto a lo que el propio presidente había manifestado- "debilita y politiza la política exterior chilena al restarse de la suscripción del Pacto Mundial para una migración segura, ordenada y regular, y al argumentar en la forma que lo hace".
En tanto el ex ministro de Relaciones Exteriores en la administación de Michelle Bachelet y actual presidente del PPD, Heraldo Muñoz, señaló que le respondían al "Presidente desde una perspectiva de Estado, que es lo que se ha perdido con las declaraciones del Presidente, de su Gobierno".
"Hay una iconsistencia absoluta y es lamentable para la imagen que damos como país en el exterior cuando siempre nuestra palabra ha sido escuchada", agregó el timonel.
"Se equivoca" en sus argumentos
En esa línea, afirman que el Mandatario "se equivoca al sostener que el Pacto de Marrakech 'incentiva la inmigración irregular' y 'limita el derecho soberano de todo Estado' a decidir sobre su política migratoria".
"Es exactamente al revés", aseguran: "El Pacto de Marrakech, que no es un tratado y que corresponde a 'un marco de cooperación no vinculante jurídicamente' (punto 7), consciente de 'los riesgos que entraña la migración irregular' (punto 10), establece 10 principios y 23 objetivos destinados precisamente a fomentar e incentivar la migración regular y minimizar los factores adversos y estructurales que obligan a las personas a abandonar su país de origen".
"Es más, expresamente afirma que 'los estados tienen el derecho soberano a determinar su propia política migratoria' (punto 15, letra c), lo que incluye 'el estatus migratorio regular e irregular', agregan los ex ministros de Relaciones Exteriores.
"Ni una palabra sobre el millón de chilenos migrantes"
En ese marco, opinan que "lo más grave de todo es que en toda su actuación y en su declaración pública ante el país y la comunidad internacional el presidente Piñera no ha dicho una sola palabra ni incluido una sola línea sobre la situación de más de un millón de chilenos y chilenas que viven en el exterior en calidad de migrantes".
Asimismo, analizan: "La vocería del Ministerio del Interior, en desmedro de la posición del Ministerio de RREE, en forma sorpresiva, improvisada, errática e inconsulta de actuar y argumentar, y la existencia de encuestas de opinión que por primera vez demuestran que la mayoría de la opinión pública desaprueba al gobierno del presidente Piñera, han sido algunos de los rasgos y el contexto en que se ha tomado esta decisión".
Lamentan también que, "desgraciadamente, nuestro país, contrariando toda una historia de política exterior construida sobe la base de la unidad y el consenso, entendida como una política de Estado y no de gobierno, se coloca al margen del empeño civilizatorio de una nación digna, pasando a engrosar un club de países empeñados en destruir el multilateralismo, uno de los principios de la política exterior chilena y de las relaciones internacionales en el mundo global".
"Como ex cancilleres de la República de Chile, por una cuestión de coherencia y de dignidad, no hemos podido permanecer en silencio frente a una decisión que debilita y politiza la política exterior chilena y que nos pone al margen de los principios y empeños civilizatorios de nuestra política exterior", concluyen.