El pasado 12 de octubre un grupo de 66 ciudadanos sirios llegó a Chile escapando de la guerra civil que comenzó el año 2011 y que continúa hasta el día de hoy.
Estas decenas de refugiados arribaron a nuestro país amparados por el Gobierno de la Presidenta Michelle Bachelet. Pero hay más de 100 otros inmigrantes de la república árabe que llegaron por su cuenta en los últimos cinco años y que enfrentan serias dificultades.
Se estima que en Chile hay alrededor de 140 migrantes sirios en la categoría de "refugiados espontáneos", que no están considerados por ningún programa gubernamental.
Uno de ellos es Ala Alaashram, quien llegó hace tres años y tiempo después consiguió el estatus de refugiado: "Cuando llegué a Chile llegué solo, sin mi familia".
En este país las dificultades no son pocas: "Hay que buscar trabajo, hay que buscar una casa, hay que aprender el idioma, hay que ahorrar plata para traer la familia", enumera en diálogo con Cooperativa.
La labor de la Sociedad Beneficencia Siria
Escapando del conflicto, algunos sirios vienen directamente desde Medio Oriente, mientras que otros han deambulado por distintos países de América Latina. Alaashram dice que la Sociedad Beneficencia Siria jugó un rol preponderante al momento de recibir ayuda.
Se trata de una institución fundada en 1913 por un grupo de jóvenes sirios, cuyo objetivo principal consiste en preocuparse de la atención a los inmigrantes, sirviendo también de instancia de reunión y encuentro de la colectividad árabe en Chile.
El encargado del trabajo territorial de la institución, Claudio Simón, contó que proveen de educación, salud y asesoría jurídica a los refugiados espontáneos con recursos propios. Muchos aún tienen sus documentos en trámite...
"Hoy día los 66 refugiados que llegaron a Chile tienen una condición especial, porque fueron traídos por el Gobierno de Chile. Esto, como Sociedad de Beneficencia Siria, nosotros lo agradecemos y lo valoramos como un gesto humanitario, pero también queremos poner el énfasis en todos los refugiados que migraron antes, que espontáneamente llegaron a Chile, que son los que más trabas tienen", explica Simón.
Los espontáneos "vienen de Siria, vienen de Venezuela, vienen de un periplo bastante importante y bastante peligroso", remarca el activista.
"Van a seguir llegando"
Por su parte, Adolfo Numi, director de la Sociedad de Beneficencia Siria, indicó que la entidad está sobrepasada, porque es pequeña y funciona a base de donaciones y voluntariados.
"Nosotros venimos recibiendo refugiados e inmigrantes desde hace cinco años, y en Chile han llegado producto del conflicto -sin considerar los refugiados de este programa- unas 200 personas. Eso, es es lo que está pasando. Van a seguir llegando", advierte Numi, que asegura sentirse frustrado porque en el último tiempo han llegado al país muchos sirios que no tienen su situación legal al día y varios son víctimas de las mafias dedicadas al tráfico de inmigrantes.
En la misma sociedad afirman que recientemente los contactaron desde el norte del país porque encontraron a dos sirios durmiendo en la calle: habían cruzado la frontera a pie y fueron asaltados.