El mundo político y varias generaciones de ciudadanos mantienen el recuerdo de las implicancias históricas que tuvo el Consejo de Seguridad Nacional durante la dictadura y la manera en que tuvieron que lidiar con el organismo los primeros presidentes tras el retorno a la democracia, Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle.
Antes de la reforma del año 2005 el Cosena no era meramente consultivo del Presidente de la República, como lo es ahora. De hecho, bastaba que dos de sus integrantes acordaran convocarlo para que la instancia sesionara.
El "caso Pinochet" fue uno de los últimos hitos de "tira y afloja" entre militares y las autoridades civiles para reunirse bajo este formato, donde las Fuerzas Armadas buscaban presionar por una salida para el proceso judicial que se llevaba en Londres.
Antes de 2005 incluso nombraba cuatro senadores y dos miembros del Tribunal Constitucional. Hoy, "en cambio, escucha y entrega opiniones", resalta Mario Fernandez, ex ministro de Defensa y ex subsecretario de Aviación y de Guerra durante los gobiernos de la Concertación.
"El Cosena cambió su rol desde ser una instancia resolutiva a ser una instancia meramente consultiva: el Cosena no decide nada, no toma ningún acuerdo sobre nada", señala Fernández.
Los primeros gobiernos democráticos tuvieron una relación tensa con el "enclave autoritario" establecido por la Constitución de 1980.
En el pasado el Consejo "era una institución muy poderosa en un área completamente ajena a la que corresponde a la seguridad nacional. Por lo tanto, era verdaderamente un enclave autoritario incrustado en la constitucionalidad vigente. Bueno, eso se acabó", indica el ex ministro.
Belisario Velasco, ex titular de Interior, identifica tres etapas históricas en el Cosena, creado en la Constitución de 1980: la primera es propiamente la de la dictadura, donde "hacía lo que quería Pinochet".
Luego estima que durante los gobiernos de Patricio Aylwin y Eduardo Frei Ruiz-Tagle se dio un "escenario intermedio", donde los mandatarios tuvieron que tener mucho "manejo" para convivir con esta institución.
"Después, con la reforma de Ricardo Lagos, el Cosena pasa a cumplir una tarea importante de consejo para el Presidente, que puede citarlo o no cuando lo estime conveniente. En la época en que fui ministro del Interior (2006-2008) no fue citado jamás. El Presidente Piñera ha estimado citarlo para una situación muy especial que interesa a todos los chilenos, y él quiere tener el consejo más amplio posible. Por lo tanto, creo que la citación es positiva", dice Velasco.
"El Cosena hoy día no resuelve", subraya el líder falangista.
Sobre la interpretación
En vistas de la señalada historia y del expectante momento que se vive a menos de dos semanas de que se conozca el fallo de La Haya, la convocatoria del Presidente Piñera para el próximo lunes no generó unanimidad en el mundo político.
Algunos dudan que el mensaje de buenas relaciones con Perú vaya en coherencia con la señal que puede dar el reflotar una instancia con el historial del Cosena.
Si bien "es una institución seria, que no tiene mando ni carácter resolutivo, entiendo –y ésa fue mi primera reacción- que puede ser mal leído, en la medida que tratándose de un conflicto jurídico y habiendo plena normalidad, nadie pudiera pensar que hay un problema de seguridad nacional involucrado", comenta el senador de la UDI Hernán Larraín.
"Yo creo que el que se haya hecho en forma sorpresiva puede llevar a interpretaciones. Es una medida que no debiera haber sido hecha en su momento. Creo que hubiera sido más positivo que esto se hubiera programado con anticipación dentro de toda la agenda de reuniones que planteó el Presidente de la República. Al momento que se hace en forma sorpresiva, por supuesto lleva a interpretaciones que yo creo que no debiera tener", indica el ex ministro del Interior y actual senador Andrés Zaldívar (DC).
Desde La Moneda han subrayado que si bien en el Cosena participan los comandantes en Jefe de las Fuerzas Armadas, el órgano "no tiene carácter militar".
Con todo, desde Perú han advertido que la convocatoria "puede generar una sensación de inamistad".
Para la ministra vocera Cecilia Pérez, a la ciudadanía "no le debe extrañar" que, dentro de sus facultades, el Presidente de la República convoque a una instancia que existe dentro de la Constitución.
"No es muy en el pasado que se convocó al último Consejo de Seguridad Nacional. Fue el año 2005, justamente a raíz de un tema que existía con Perú. Por lo tanto, yo seguiría llamando a la tranquilidad, a la responsabilidad en los dichos", manifestó.
"Yo valoro que las voces mayoritarias sigan en esa línea y no sigan, vía infundios, existiendo voces que deslegitiman o, en definitiva, no corresponden a la realidad que tiene esta convocatoria que ha hecho el Presidente", sentenció.