El líder opositor Juan Guaidó, que entre 2019 y 2023 ofició como presidente encargado de Venezuela, dijo a Cooperativa que para el Gobierno de Gabriel Boric supone un desafío "muy grande" tener que relacionarse institucionalmente con el régimen de Nicolás Maduro, como lo deja de manifiesto el caso del secuestro y asesinato en Chile del teniente Ronald Ojeda.
"Es un reto muy grande para el Gobierno del Presidente Boric y para todos los demócratas en el continente, porque lidiar con una dictadura que tiene vínculos con el crimen organizado -como ya pareciera muy obvio para la mayoría o para todos- es un reto novedoso", añalizó Guaidó desde Miami, Estados Unidos, donde permanece "desterrado por amenazas" contra su vida recibidas "dentro de Venezuela".
La crisis venezolana ha redundado en "un impacto migratorio muy fuerte", que trae consigno consecuencias de seguridad, y ello exige "innovar en ese sentido", sostuvo el opositor, que llegó a ser reconocido por más de 50 gobiernos, incluido el de Chile.
"Tener una dictadura enclavada en el medio del continente genera una distorsión muy grande a la posibilidad de democracia, de estabilidad, y no solamente la migración es un reflejo de esto: todo lo que va a tener que ver con tráfico de armas, trata de personas, narcotráfico y crimen organizado, tiene un enclave muy lamentable y también poderoso en Maduro y en Venezuela", señaló Guaidó a El Diario de Cooperativa.
Frente a esta clase de problemas, añadió, "romper relaciones diplomáticas es una salida -debo decir- fácil, es una respuesta tradicional. (Pero) en este momento no estamos lidiando con un problema tradicional en Latinoamérica, con el régimen de Maduro".
En su opinión, "lo primero que hay que hacer es justicia y llegar al fondo de esto, (pero) sin desestimar la participación de Miraflores (Palacio de Gobierno venezolano) y altos jerarcas en este procedimiento, con el cual secuestran y asesinan al teniente Ojeda", concluyó el dirigente.