El excanciller Ignacio Walker (exmilitante de la DC, hoy independiente) alabó en El Primer Café la "doctrina" que adoptó el Presidente Gabriel Boric frente a la crisis en Venezuela, exigiendo transparencia antes y después de la cuestionada elección, y no reconociendo el "triunfo autoproclamado" de Nicolás Maduro.
El Jefe de Estado chileno llevó su posición a un nuevo nivel esta semana al afirmar, por primera vez de manera explícita, que no tiene dudas de que ha habido, a lo menos, "un intento de fraude" por parte del chavismo a través de su control sobre las instituciones del país caribeño.
"Yo hablo de la 'doctrina Boric'. En la misma noche de la elección, el Presidente Boric dice dos cosas: actas y verificación; y ésa fue la doctrina que adoptaron (después) Brasil, Colombia, México, la Unión Europea; por lo tanto, ha habido un liderazgo muy importante del Gobierno del Presidente Boric", relevó el extimonel DC.
No obstante, advirtió que el tiempo ha ido avanzando sin mayores frutos de la presión internacional, y a casi dos semanas de realizados los comicios, el régimen aún no transparenta las actas de su supuesta reelección, mientras la oposición y observadores imparciales aseguran que el verdadero ganador fue Edmundo González.
"El punto es: ¿hasta cuándo?, ¿qué plazo nos vamos a dar (para esperar las actas)? Ésta es una reflexión que me imagino están haciendo el Presidente Boric y la Cancillería. Porque si hemos pedido que publiquen las actas y no las publican, y si hemos pedido verificación a través de un comité externo, imparcial, y no existe, entonces llegará el momento que Chile tendrá que pronunciarse sobre aquello que hoy día es un hecho de la causa", sostuvo
En ese marco, subrayó que "el informe del Centro Carter es muy importante y proclama ganador a Edmundo González: la evidencia es arrolladora en ese sentido y, por lo tanto, en algún momento el Presidente Boric y la Cancillería tendrán que plantearse la posibilidad de reconocer a Edmundo González".
Walker apuntó que "la situación de Maduro, desde el punto de vista de su argumentación, es insostenible", por lo que "Chile tiene que perseverar, como lo ha hecho en esta línea, no actuando aisladamente, sino que coordinadamente con otros países".
"EL ANTICOMUNISMO ES ESTÉRIL EN DEMOCRACIA"
El exsenador observó también que el Partido Comunista chileno, de criticada posición por su histórica amistad con el chavismo, se encuentra durante esta coyuntura "muy a la defensiva, dando muchas explicaciones, tratando de explicar lo inexplicable", aunque hizo hincapié en que ello puede deberse a que se encuentra "en un proceso de congreso interno".
"Yo veo al Partido Comunista muy complicado, dando muchas explicaciones, porque el tema Venezuela marca un antes y un después también en la política chilena. (De todos modos), me impresionaron mucho las declaraciones en estas dos semanas de (la ministra vocera) Camila Vallejo, (la diputada) Karol Cariola, y (el subsecretario de Justicia) Jaime Gajardo: los tres pertenecen a una generación joven en el PC, muy críticos de Venezuela, hablando derechamente de dictadura, cerrando filas con el Presidente Boric", dijo.
Walker citó en esta línea a Ernesto Ottone Fernández, otrora dirigente comunista reconvertido en socialdemócrata y exfuncionario del Gobierno de Ricardo Lagos, quien "siempre dice que el PC en Chile tiene una cosa bipolar: una ideología leninista y una práctica reformista, inserta en las instituciones de la democracia".
En este contexto, puntualizó que "el objetivo nuestro debe ser Venezuela, obviamente", pero que "eso no debe significar en ningún sentido excluir al Partido Comunista de nada, (porque) una de las grandes características de la democracia chilena durante 110 años es que ha sido inclusiva", salvó en los períodos de la denominada "ley maldita" (entre 1948 y 1958) y los 17 años de la dictadura de Pinochet.
"Ésta es mi convicción (desde) hace mucho tiempo, de hecho, la Democracia Cristiana siempre ha pensado así, y yo comparto este tema muy de fondo: no hay nada más estéril en democracia que el anticomunismo, en nombre del cual se han cometido las peores atrocidades, y que lo diga nuestra historia más reciente de Chile", enfatizó Walker.
Remarcó que "la gran cosa de la democracia chilena, históricamente, es que no ha excluido a nadie a priori", y que la pregunta sobre quiénes son y no son demócratas la zanja la ciudadanía.