La Seremi de Salud Metropolitana descubrió que una barbería del barrio Franklin, en el centro de Santiago, también funcionaba clandestinamente como acopio de carros usados para la venta de comida callejera, de alimentos para ese fin e incluso de animales vivos, como cuyes y gallinas.
Todo ello estaba dentro de una bodega oculta detrás de una puerta falsa.
El allanamiento respondió inicialmente a que en el lugar "habrían sido escondidos 12 carros donde se vendían y se preparaban alimentos, que son ilegales para su consumo en la vía callejera", pero "al ingresar encontramos que son más de 50 este tipo de carros, además de cocinerías al interior, que no cuentan con ninguna salubridad: se está haciendo frituras en medio del barro sin ninguna condición salubre", expuso el seremi Gonzalo Soto.
La autoridad sanitaria relató que había preparaciones como chicharrones de pollo refritos, que llevaban días en la bodega ilegal y que hasta ya mantenían arañas dado el tiempo y las condiciones en que se almacenaban.
El operativo se saldó con la incautación de aproximadamente una tonelada de comida, traducida en 55 carros de comida callejera. En tanto, la comida será desnaturalizada y llevaba a un vertedero, informó la Seremi.
Asimismo, se cursaron multas para los dueños del espacio, que era subarrendado y cobraban a los comerciantes ambulantes cerca de 30.000 pesos semanales por guardar sus productos.
Por otro lado, se investiga cuál era el destino de los animales vivos hallados, pero preliminarmente se estima que iban a ser vendidos como mascotas.
El local, ubicado en Franklin 945, que mantenía patente para operar como barbería, quedará con prohibición de funcionamiento.