Expertos reunidos en el Congreso Chileno de Cardiología alertaron que más de un 50 por ciento de los pacientes infartados abandonan el tratamiento a un año de su evento y el 75 por ciento lo abandona después de tres años.
El gremio además planteó la urgencia de contar con una estrategia de salud pública que incorpore en el Plan AUGE el uso de la polipíldora, una innovadora terapia que reúne en una sola cápsula los tres fármacos fundamentales para reducir nuevos infartos.
Según advirtió la doctora Mónica Acevedo, Secretaria General del Congreso de Cardiología y jefa de la Unidad de Cardiología Preventiva y Rehabilitación Cardiovascular de Red UC-Christus, el principal problema radica en que entre el 60 y 80% de los pacientes post infartados abandona el tratamiento, debido a la gran cantidad de fármacos que debe consumir en el día, porque no siempre están disponibles en los servicios públicos.
"Los hábitos de vida que reflejó la Encuesta Nacional de Salud, así como la falta de adherencia a los tratamientos de los pacientes post infartados ponen a Chile frente a un inminente tsunami de eventos cardíacos y sus consecuencias", enfatizó Acevedo.
La posible solución
Una de las innovaciones para atacar esta problemática, y que se utiliza en más de 30 países es el uso de la polipíldora, la que reúne en una sola cápsula los tres fármacos fundamentales para la prevención de eventos cardiovasculares: ácido acetilsalicílico como anticoagulante, la atorvastatina como anticolesterolémico y ramipril como antihipertensivo. En Chile está disponible desde 2016 y la Sociedad Chilena de Cardiología recomendó oficialmente su uso como estrategia de salud pública.
España y México fueron los primeros países en adoptar la polipíldora como política pública, en tanto la Sociedad Interamericana de Cardiología recomendó a los Gobiernos, replicar la medida, la cual ha sido acogida por las Sociedades de Cardiología de la Región. "Esta problemática es un tema analizado a nivel mundial y regional, y hoy debe ser tratado con la seriedad que corresponde a nivel país", aseveró la especialista.
Cabe señalar que la última Encuesta Nacional de Salud, dada a conocer la semana pasada, reveló que más del 70 por ciento de los chilenos padece obesidad y sobrepeso; casi uno de cada tres tiene hipertensión; 9 de cada 10 personas es sedentaria y casi 13 por ciento presenta diabetes, todos factores propicios para desencadenar infartos.