En Chile la desnutrición infantil no supera el 0,5 por ciento, pero cada hora muere una persona obesa y más del 60 por ciento de la población sufre malnutrición por exceso, según dijo el embajador chileno en la FAO, Luis Ayala, durante la II Conferencia sobre Nutrición.
Durante su intervención en la sede romana de la Organización de Naciones Unidas para la Alimentación y la Agricultura (FAO), quien organiza esta cita junto con a Organización Mundial de la Salud (OMS), el representante chileno celebró que el país hace tiempo derrotó la desnutrición, pero ahora preocupa la obesidad.
Ayala explicó que como en la lucha contra la desnutrición, en el caso de la obesidad también será necesario "el aumento de políticas integrales desde distintos sectores de la sociedad bajo el concepto de salud y buena nutrición".
"Su enfrentamiento no debe diferir del que realizamos para el combate de la desnutrición", pues el embajador dijo que también en estos casos "las determinantes sociales de la malnutrición por exceso también son la pobreza, falta de educación, de disponibilidad y accesibilidad a los alimentos".
Y por ello, las medidas que se deben aplicar para combatir la obesidad y el sobrepeso "deben ser pensadas y atendidas no sólo como problemática de salud, sino que abordadas desde los determinantes sociales, bajo el concepto de salud en todas las políticas".
Ante ello, el representante chileno instó a "mejorar la información a los consumidores a través de etiquetado nutricional en la cara principal de los alimentos (y) restricciones de la publicidad de los alimentos dirigida a los niños".
Y además con "intervenciones estructurales en establecimientos educacionales tales como prohibición de venta de alimentos con exceso de energía, sodio, azúcares y grasas saturadas".
Otras medidas propuestas por Ayala fueron "el aumento de horas y espacios para actividad física y potenciar políticas de fomento agrícola y pesquera que permitan mayor disponibilidad de productos propios de nuestra cultura y economía".