El presidente del Colegio de Químicos Farmacéuticos, Mauricio Huberman, afirmó este martes en Cooperativa que en las grandes cadenas de farmacias que existen en Chile los profesionales trabajan en condiciones casi de "esclavitud", bajo una serie de obligaciones y presiones que no se condicen con los beneficios ni las remuneraciones que reciben.
Huberman explicó en Una Nueva Mañana que la relación del gremio con los dueños de las farmacias se da "en general bien, pero hay conflictos con los chicos y con los grandes", y reprochó textualmente la "esclavitud" que se ha hecho "con la obligación del farmacéutico de estar en todo momento en que está abierta la farmacia".
Por ley "la mayoría de los locales de las cadenas debería tener, por lo menos, dos (químicos farmacéuticos). En algunas independientes bastaría con uno por la cantidad de horas, pero hay algunas que hacen una exageración, porque incluso abren sábados y domingos sin tener profesionales, y obligan a ir aduciendo una ley del trabajo que nosotros estamos pidiendo cambiar".
El dirigente señaló además que a lo largo de los últimos años, a medida que ha ido creciendo el negocio farmacéutico, "las cadenas les han tirado mucha tarea administrativa (a los químicos) para que estén ausentes de la venta mientras ellos vendían una serie de productos que les interesaban".
"Las primeras farmacias de cadenas tenían contratado un ingeniero comercial o alguien como gerente y después se dieron cuenta de que, por la misma plata, el farmacéutico les cumplía la misma función, les hacía las veces de gerente y más encima cumplía con la obligación legal".
Así "los sacaron un poco de la venta, porque él podía interrumpir la gestión que ellos hacían con los auxiliares para vender todos estos productos que les convenían más. Hoy día, con la Ley de Fármacos, eso tendría que haber cambiado, pero, en la práctica, vemos que todavía no ha cambiado totalmente", señaló.
"Con el látigo"
El dirigente explicó también que los empleadores apelan a "un artículo 22 donde dicen que ellos (los profesionales) no tienen derecho a firmar horarios, porque son como gerentes, aunque estos 'gerentes' ni siquiera pueden cambiar un estuche de ofertas sin el permiso de alguien, entnces en realidad no son gerentes, y se aduce eso para que no tengan horario. Incluso ahora les aumentaron las expectativas de ventas, las metas. Por lo tanto, como no alcanzan las metas, les ofrecen un bono compensatorio para que trabajen los domingos. O sea, trabajan más por la misma plata; es un poco esclavitud eso".
Mauricio Huberman afirmó en Una Nueva Mañana que los químicos farmacéuticos tienen obligaciones de gerente, pero no los beneficios correspondientes.
En tanto, en el trabajo diario, "la cadena hoy día lo manda (al profesional) cada media hora o una hora" a supervisar la labor de los vendedores.
"Ellos tienen un mix de lo que tienen que vender en el día: tanto de productos de marca, tanto de marcas propias, tanto de esto, entonces le dicen: 'Usted va atrasado en esto, haga que los vendedores vendan más de esto'; (con) estas indicaciones los han obligado a estar en eso casi con el látigo detrás de los auxiliares", criticó.
La otra colusión
El líder gremial señaló que los trabajdores "rebeldes" también han sido víctimas de presiones para salir de la actividad.
"Usted tiene que pensar que aquí no hubo sólo una colusión con los precios. Cuando alguien fue rebelde en un comienzo en las cadenas lo echaron, y después no lo contrataba ninguna de las tres tampoco. Sale este mensaje: 'Este señor es conflictivo', y resulta que el 75 por ciento del empleo era en la farmacia privada, por lo tanto, usted quedaba con un 75 por ciento menos (de posibilidades) de poder trabajar en el mercado".
Mauricio Huberman negó, finalmente, que los químicos farmacéuticos reciban comisión por vender un producto en lugar de otro. "Y si nosotros encontramos algún farmacéutico que esté con esa gestión lo vamos a acusar, porque hemos vuelto a formar el Tribunal de Ética", aseguró.