La comunidad de la Universidad de Chile rechazó este viernes el proceso de leaseback como forma de conseguir dinero para pagar las deudas del Hospital José Joaquín Aguirre, la que califican como una venta encubierta.
Esta solución fue aprobada por el consejo directivo de la casa de estudios y se trata de una formas de hipoteca en la cual el recinto es vendido a un banco privado y la universidad lo arrienda para ir pagando anualmente el crédito que permitirá cancelar los 44 mil millones de deuda.
Verónica Rojas, coordinadora de los estamentos universitarios, dijo que "este tema debe ser discutido por la comunidad universitaria. No nos parece que un tema tan relevante como la compra y venta del hospital, porque no es otra cosa el leaseback que eso, sea acordado entre cuatro paredes solamente por el consejo universitario".
"No hay que olvidar que este hospital fue hecho con dineros del Estado y en él obviamente los trabajadores han jugado un papel fundamental", agregó.
César Salazar, estudiantes de medicina de la Universidad de Chile, argumentó que "los estudiantes planteamos que el Estado se ha desentendido de sus hospitales y sus universidades. La salud y la educación públicas son parte del discurso mayoritario y el Estado debe hacerse cargo".
Y Rodi Gárate, representante de los usuarios del centro asistencial, planteó que "con la enajenación del hospital José Joaquín Aguirre se viene a empeorar la atención de salud del área norte de Santiago".
"Los consejos consultivos de salud del área norte de Santiago estamos abogando porque este hospital sea parte integrante de la red pública de salud como lo fue históricamente: un hospital emblemático, con docencia, con investigación que atendió satisfactoriamente a la población", sentenció.