Los economistas Rodrigo Wagner, Cecilia Cifuentes, Andrés Palma y Carlos Ominami manifestaron este jueves, en El Primer Café, su relativa satisfacción por el acuerdo alcanzado por las fuerzas del Congreso y el Gobierno para destrabar el proyecto de ley corta de isapres, pero coincidieron en que la propuesta no soluciona el problema de fondo.
La iniciativa, despachada la noche del miércoles de la comisión mixta tras arduas negociaciones y que será votada por la Sala del Senado el lunes, busca darle viabilidad al fallo de la Corte Suprema sobre la tabla de factores y que entra en vigencia el domingo.
El debate estaba frenado por falta de consensos y algunas concesiones a las que accedió al Ejecutivo logró destrabarlo.
Más temprano en Cooperativa, la ministra de Salud, Ximena Aguilera, descartó que la ley corta de isapres constituya un "perdonazo" para las aseguradoras privadas, ya que la deuda "está completa" y existen diversas opciones para devolver el dinero a los usuarios afectados.
"APRENDAMOS DE LA CRISIS DEL 82"
"Esto no está solucionado. Digamos, esta es la legislación que viabiliza algo y, según entiendo, hay tiempo para aprobarlo o rechazarlo, pero parece que no hay tiempo para meterle muchos cambios. Entonces, más o menos lo que hay es lo que va a salir aprobado y, en principio, la Corte aceptaría algo parecido. Ahí parece que hay que extender un poquito el tiempo", dijo Wagner.
El académico de la Universidad Adolfo Ibáñez afirmó que "esto se parece más a un tema de cómo resolver una insolvencia masiva de una organización que recibió una deuda importante y ahora la pregunta es cómo continúan. Si entiendo bien, la estructura un poco es decir: la deuda permanece, pero se flexibiliza un poco la estructura de cómo pueden cambiar los precios hacia adelante".
A juicio de Wagner, todavía "hay una arista de la cual vamos a tener que preocuparnos. (...) Mi sensación -y quiero dejarlo como una reflexión más de mediano plazo- es que para Chile es muy importante que nosotros podamos controlar de una manera inteligente los costos de salud, pero no fijando precios, sino que, por ejemplo, mejorando la oferta de especialidades médicas. Tenemos todavía un montón de ciudades en Chile que no tienen acceso a eso, entonces, cuando tú quieres comprar algo y la oferta está totalmente fija, todo eso se va a precio. Necesitamos más especialidades médicas, más servicios".
En ese sentido, el economista planteó que "este problema es casi más que un tema de salud. Tiene aristas de salud, pero es más parecido a la crisis de los bancos del año 82, donde, en el fondo, hay una industria que no es viable por distintas razones: en ese momento les saltó una deuda gigante por un problema de tipo de cambio y ahora salta una deuda gigante de otra parte".
"Desde el punto de vista de regulación del sector", agregó, "nuestro país aprendió mucho de la crisis del 82. Hay un shock no solo por la caída, sino también por cómo regular la banca o cómo evitar que se vuelva a repetir el problema. Claramente, esta vez fue mucho más amistosa, hubo mucho menos problemas: no hay un colapso del sistema de pagos, no espero que haya un gran colapso del sistema de pagos a las clínicas privadas y a los médicos, que era el problema real que había (...) Aprendamos del 82, en que el país tomó medidas para que las crisis bancarias no se repitan y que esta crisis del sistema de pago no se repita. Ojalá lo hagamos a tiempo y que la institucionalidad incorpore esto como parte más estándar".
"EL SISTEMA SIGUE EN RIESGO"
A su turno, Cifuentes dijo compartir con Wagner "que esto no es la solución al problema que tenemos y tengo la impresión de que tampoco evita problemas financieros en algunas instituciones extender el plazo en tres años" el plazo para pagar la deuda, de 10 a 13 años.
La académica de la Universidad de Los Andes alertó que, pese a la ley corta, "todavía puede haber instituciones que queden en una situación financiera muy compleja".
La economista agregó cuestionó "la forma en cómo el Gobierno está mirando esto, porque lo que ocurrió en el pasado, dado que nunca se legisló en materia de reajustes de planes de salud, las isapres reajustaban los planes y había un grupo de personas que iba a la justicia y que lograba mantener los precios de los planes, entonces, ¿qué es lo que hizo el sistema en su conjunto? Al final, lo que hubo ahí fue una transferencia desde los que no reclamamos a los que reclamaron y, entonces, tuvieron ahí, a lo mejor, un plan de salud con un descuento de precios mientras otros tuvimos un sobreprecio, entonces aquí, ¿qué es lo que se está implementando? Que a todos los que no reclamaron y, en teoría, entonces tuvieron un sobreprecio hay que devolverles, pero aquí lo que hubo fue una transferencia entre usuarios de isapres y no se está reconociendo eso".
"La Comisión Técnica determinó un nivel de deuda bastante inferior al actual que, de alguna manera, reconocía que aquí tenía que haber este concepto como de solidaridad entre los que tienen menos costos y los que tienen más y, lamentablemente, ese argumento no se aceptó- Entonces, el sistema sigue en riesgo todavía y la verdad es que la quiebra de instituciones y que pasen esas personas al Estado, en vez de aliviar el problema, va a hacerlo más grave todavía, porque el Estado tiene en salud unos problemas de gestión gigantescos", remarcó.
"ALGUNAS ISAPRES VAN A QUEBRAR, PERO LA INDUSTRIA SEGUIRÁ EXISTIENDO"
"Lo primero es que es muy bueno que haya habido acuerdo. Los acuerdos nunca dejan satisfechos a todo el mundo y, si tú me preguntas a mí, yo tampoco quedo contento con el acuerdo, pero el que haya acuerdo me deja contento", opinó Palma.
"Yo me digo: ojalá haya un fallo de la Corte Suprema sobre el tema pensiones y sobre el tema tributario, porque, gracias a que había un fallo de la Corte Suprema, se abordó este problema y, como había una fecha en que había que aplicar el fallo, se tuvo que llegar a acuerdo. Hace dos días atrás, las posiciones estaban todavía irreconciliables y ayer, a última hora, se llegó a un acuerdo. No me deja contento, pero tampoco me deja insatisfecho. Es menos de lo que yo creo que podía darse y es más de lo que otros creían que podía darse", comentó el académico de la Universidad de Santiago.
Según el exministro, en el acuerdo "se mantiene el principio de que hay que cumplir el fallo de la Corte Suprema y eso es muy importante, porque la alternativa -como la que estaba señalando Cecilia- no daba cuenta del cumplimiento del fallo de la Corte Suprema. O sea, la Corte Suprema dijo: hay que devolverle a cada uno de los que se les cobró demás lo que se le cobró de más. Entonces, si tú haces un ajuste y a uno le vas a devolver menos, a otro le vas a devolver lo que correspondía para bajar la deuda de las isapres, no se cumplía el fallo de la Corte Suprema. Ahora, ¿cómo se va a financiar esto? Se va a financiar principalmente por incrementos de lo que van a pagar los afiliados que vamos a continuar en las isapres".
"Yo creo que lo que va a ocurrir", pronosticó, "es que va a haber un incremento en lo que nos van a pedir que paguemos y eso va a significar que algunas personas, las personas de menor riesgo, las personas que tienen menos compromisos con lo que aportan, van a salir de ahí y van a ir a Fonasa; es decir, va a haber una mayor migración de las isapres a Fonasa y eso va a significar menos ingresos en las isapres, pero eso no tiene solución, porque la alternativa era que tuvieran que pagar todo de un viaje".
En ese contexto, Palma aseveró que "algunas isapres van a quebrar -van a incumplir las condiciones para que puedan seguir operando es el término más técnico-, a algunas isapres les va a ocurrir eso y algunos afiliados de esas isapres van a ir a Fonasa y otros se van a cambiar de isapre. Entiendo que una de las normas que se aprobó es que se puedan cambiar de una isapre a otra, aunque tengan preexistencia. Entonces, va a haber un ajuste en el sector, pero las isapres van a seguir existiendo y las que han hecho bien la pega van a seguir funcionando bien".
"SE RECHAZÓ LA SOLUCIÓN FÁCIL"
Finalmente, Ominami también valoró "que se haya producido un acuerdo, muy a última hora, pero acuerdo al fin, y que evita una situación como las que las propias isapres estaban amenazando con crear: que fuera una suerte de quiebra en cadena del sistema, que habría dejado a los tres millones de usuarios en una condición bien compleja".
"Además, es importante que esto se haya hecho sobre la base de que se haya rechazado la solución fácil que algunos proponían, que era decir: la verdad es que este fallo no se puede cumplir y lo que hay que hacer es rebajar la deuda. Me parece que es importante que se haya resguardado el principio de que el acuerdo tiene que cumplirse y me parece razonable que se entregue un plazo adicional", señaló el exministro y hoy director ejecutivo de la fundación Chile 21.
Ominami recalcó que "hay que sacar hartas conclusiones de este episodio, que es un episodio bien lamentable": "Por lo pronto, creo que el Gobierno y el Parlamento, las instituciones, tienen que ser más diligentes, porque no es razonable que se haya llegado a la hora nona y se haya tenido que pedir aplazamientos para el cumplimiento del fallo. Creo que hubo una falta de diligencia del sistema para haber llegado a esta situación. En segundo lugar, hay también un tema de fiscalización: es totalmente inaceptable que las isapres, estando en una situación de incumplimiento de un fallo de la Corte Suprema, cobrando sobreprecios, hayan podido retirar utilidades".
"Esto fue finalmente un chantaje. Lo que hacían las isapres era algo que era completamente impresentable: reconocen que cobraron en exceso, pero te dicen 'mire, nosotros la verdad es que no podemos pagar esto, así que o nos rebajan la deuda o simplemente vamos a quebrar'. El país no puede nuevamente enfrentarse a una situación de este tipo", lamentó.
"¿Qué es lo que va a ocurrir? Yo creo que nadie sabe exactamente. Yo espero que las isapres puedan capitalizarse y puedan crearse condiciones para que una situación de este tipo no vuelva a repetirse", acotó, antes de añadir que "en un país donde existe un sistema de protección eficaz debiera haber un sistema seguro público universal al cual todos aportemos con financiamiento y la gente que tenga los medios pueda también tener sistemas de seguros complementarios. Un sistema mixto, a la chilena, la verdad es que existe en pocos países del mundo y se presta para muchos abusos".