El jefe de la bancada de senadores socialistas, Fulvio Rossi, dio por "muerta" la Ley de Isapres que se tramita en el Congreso tras acusar al Gobierno de desconocer el acuerdo alcanzado en la Comisión de Salud antes de las elecciones para establecer un monto fijo de acceso al Plan Garantizado de Salud (PGS).
"Teníamos un acuerdo con el Gobierno y nosotros respetamos el acuerdo de sacar adelante esta ley. Eso fue un acto bien generoso, ya que muchos dijeron: 'Dejémoslo para el próximo Gobierno'", afirmó Rossi ayer martes en el Congreso.
"El acuerdo tenía varios pilares y un pilar fundamental era que el precio del Plan Garantizado de Salud fuera único. El Gobierno se comprometió a eso y hoy día cambió de posición, rompió el acuerdo", acusó el senador, quien calificó como "imprescindible" el establecer "un solo precio del Plan Garantizado de Salud para todas las isapres y que éste sea fijado por un organismo autónomo que no dependiera del Gobierno de turno, como lo es el Consejo Consultivo, que determina los nuevos problemas de salud que se incorporan al AUGE cada tres años".
"Hoy el ministro Jaime Mañalich rompe el acuerdo y propone que cada isapre pueda elegir el valor de su plan, lo que resulta impresentable, sobre todo cuando sabemos que hay integración vertical: es decir, que los dueños de las isapres, son también dueños de las clínicas y, por lo tanto, fijan los precios", criticó el legislador.
"Evidentemente el tener una multiplicidad de valores en los planes de salud y dejarlos al arbitrio de cada isapre atenta contra el bolsillo de los afiliados y contra el avance que nosotros esperamos hacer en esta materia", agregó el legislador socialista.
"Lamentamos este giro del Ejecutivo. La Ley de Isapres murió en este Gobierno. Yo no voy a hacer algo que no signifique mejorar las cosas respecto a lo que tenemos hoy día", sentenció Rossi, quien es médico de profesión.
Problemas de costo
El acuerdo previo contemplaba, además del precio fijo, un 60 por ciento de cobertura obligatoria en las atenciones ambulatorias, que el Gobierno rebajó a 50 por ciento.
También disponía que hubiera un distingo entre el valor del plan para los menores de 25 años, que sería la mitad del valor del plan de un adulto.
La sesión del martes de la Comisión debía terminar con el despacho a Sala del proyecto, pero ahora ello se ve lejano. El argumento del ministro Mañalich para rechazar el precio fijo fue el alto costo fiscal que supondría, en torno a los 60 mil millones de pesos.
"Por el riesgo financiero que tiene para el Estado es que el Plan Garantizado de Salud debe tener en el proyecto inicial una tarifa única en cada isapre, pueda tener una diferencia entre una isapre y otra, lo que tiene mucha importancia para garantizar que este Plan Garantizado tenga realmente una cobertura nacional", dijo Mañalich.
"Lo que ocurriría con un precio único, idéntico para toda aseguradora, es que habría un descreme en perjuicio de las personas que no viven en grandes ciudades" y "los aseguradores tendrían que conseguir precios más altos de las clínicas o los prestadores, que son escasos en esas localidades", manifestó.