Siameses superaron con éxito segunda etapa de operación en el Sótero del Río
La cirugía para separar a los lactantes ya va en su tercer procedimiento, el que debería concluir en horas de la madrugada del domingo.
La cirugía para separar a los lactantes ya va en su tercer procedimiento, el que debería concluir en horas de la madrugada del domingo.
Con éxito finalizaron las dos primeras etapas de la cirugía que separó completamente a los siameses de seis meses de edad que estaban unidos por el tórax y por una membrana del corazón, quienes han estado en un pabellón del Hospital Sótero del Río durante todo este día sábado.
La tercera etapa de la operación consiste en el cierre de la pared abdominal de los bebés, por donde estaban unidos, cada uno en mesas independientes y con su propio equipo quirúrgico.
Se espera que la intervención termine alrededor de las 02:00 horas del domingo, para luego trasladar a los bebés a la Unidad de Cuidados Intensivos del recinto.
La maratónica intervención comenzó alrededor de las 07:00 horas, cuando los lactantes, de seis meses y 10 días de vida, fueron llevados a pabellón para un período preanestésico, para luego dar paso a la primera etapa de exploración.
Esta fase culminó con éxito cerca de las 13:30 horas, según explicó el doctor Fernando Betanzo, director del Complejo Asistencial Hospitalario Sótero del Río, junto al director del Servicio de Salud Sur Oriente, doctor Pedro Yánez, y el facultativo Ricardo Mercado, subdirector del área pediátrica del recinto.
"Había compromiso de membrana de pericardio" dijo Betanzo, quien agregó que ambos bebés "estaban unidos por la parte baja del tórax y por el abdomen, los corazones están independientes, pero la membranita la compartían".
"Esa etapa ya terminó en estos momentos a Dios gracias con mucha satisfacción, los corazones independientes están trabajando bien; se separaron las membranas y se reparó lo que es el diafragma", agregó el médico.
Betanzo detalló que en la operación están participando alrededor de 50 personas, entre ellas seis cirujanos, cuatro anestesiólogos y especialistas de apoyo en pabellón, como cardiólogos, nefrólogos, intensivistas, radiólogos, arsenaleras y tecnólogos médicos.
Cera de las 13:30 horas comenzó la segunda etapa, una de las más complejas, y que consistió en la exitosa separación del hígado, órgano que los niños comparten.
Respecto al pronóstico de la operación dijo que en cualquier cirugía son siempre reservados, pero señaló que "la mortalidad que tienen estos chicos sin operarlos es de alrededor de un 80 por ciento, (en tanto que) los que son operables tienen mortalidad del 50 al 60 por ciento, por lo tanto ellos siguen teniendo un riesgo quirúrgico alto". (Cooperativa.cl)