Nicolás Soto, de 20 años, murió mientras combatía incendios forestales.
Sus riñones permitieron continuar sus vidas a dos pequeños niños de Conchalí y Talcahuano.
Una niña de cuatro años de la comuna de Conchalí recibió el segundo riñón de Nicolás Soto, el bombero de 20 años que falleció combatiendo un incendio forestal en la comuna de Nueva Imperial, en la Región de La Araucanía.
La información fue dada a conocer por Edward Pizarro, el padre de la menor, quien en su cuenta de Facebook agradeció "a esta gran persona que dio la vida por su amigo y le dio un comienzo de nueva vida a mi hija".
Pizarro calificó a Soto como "un gran héroe" y reiteró su agradecimiento "por este enorme regalo de su cumpleaños, salió todo bien y está evolucionando bien. Un abrazo y un beso al cielo dondequiera que estés Nicolás Soto".
Ayer jueves se conoció que el otro riñón proveniente del voluntario mártir fue trasplantado exitosamente al pequeño Agustín Cortez, un niño de Talcahuano.
Nicolás Soto, que pertenecía a la Compañía de Bomberos de Villarrica, quedó con muerte cerebral tras recibir el impacto de un balde que colgaba de un helicóptero y permaneció casi 10 días en estado de coma en el Hospital Regional de Temuco, donde falleció el pasado martes.
