El bioquímico y doctor en Biología Celular y Molecular, Gabriel León, salió al paso de la polémica generada por los padres de un niño de cuatro meses en Osorno que se niegan a vacunar a hijo, pese a que esto fue ordenado por la Corte Suprema.
En conversación con Una Nueva Mañana de Cooperativa, el director del Centro para la Comunicación de la Ciencia de la Universidad Andrés Bello sostuvo que "la evidencia científica no es tomada en cuenta, la cual es masiva".
El padre del pequeño, Héctor Higuera, justificó este jueves en Cooperativa su decisión de no inocular a su hijo respaldándose en "antecedentes de buena fuente con diversos estudios que hemos visto por la web", estudios que "corresponden incluso a la Universidad de Harvard" y en asesoramiento del periódico El Guardián de la Salud.
León manifestó que "me encantaría que él (Higueras) pudiera mandarnos el estudio de Harvard. No he visto ningún estudio de ninguna universidad seria al respecto que diga 'las vacunas son peligrosas'. Ni uno".
"En Internet hay de todo y eso tiene que ver con el paradigma de la información que tenemos hoy que es muy distinto al que había hace 40 años. Hoy cualquier persona puede ver Internet y encontrar evidencia para lo que sea. (...) Hay un montón de información, pero la gente tiene pocas herramientas para evaluar esa información. El pensamiento crítico con respecto a la información que uno recibe es nulo", explicó.
Sostuvo que "los padres están negando vacunar a su hijo por los supuestos efectos nocivos no demostrados de las vacunas, pero no tienen ningún problema en exponerlos a los efectos conocidos y posiblemente mortales de las enfermedades".
"Es una lógica bastante extraña que, además, va alineada con teorías de conspiración", agregó León, criticando que Higueras cite a El Guardián de la Salud porque "es un pasquín que de salud no tiene nada".
El bioquímico sostuvo que "acá no se trata solo del niño, se trata de que este tipo de conductas pone en riesgo la salud de toda la población, no solo es una cosa personal".
Además, León aseveró que "no hay forma científica de poner en duda la eficacia de las vacunas", aunque reconoció que "no puedes asegurar que nada es 100 por ciento inocuo" y que "hay efectos secundarios, los conocemos"
