En la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Presidente Sebastián Piñera abordó el proceso constitucional que comenzará Chile el próximo 25 de octubre, surgido a raíz del estallido social, y lo destacó como una "oportunidad" para lograr una Constitución que permita la unidad del país.
En su alocución pregrabada, el Mandatario expuso los avances alcanzados por nuestro país en las últimas décadas para reducir la pobreza, mejorar el acceso a la educación y la salud.
Aseguró que, desde el retorno de la democracia, y fruto de los acuerdos logrados, se redujo la pobreza desde un 60 por ciento a menos de un 10 por ciento, permitiendo que 8 millones de chilenos, es decir, más de la mitad de la población, la pudieran superar; se quintuplicó el ingreso per cápita, consolidando una amplia y diversa clase media; y aumentó la cobertura en la educación, desde 230 mil a 1,2 millones de estudiantes en educación superior, entre otros avances.
"Estos logros son el resultado del trabajo de muchos gobiernos y de diferentes signos políticos, que se comprometieron con la misión de derrotar la pobreza y alcanzar el desarrollo, en democracia y en paz", valoró en su presentación telemática.
Pese a ello, "no supimos aprovechar con suficiente fuerza las capacidades del crecimiento y desarrollo para reducir con más voluntad y velocidad las desigualdades excesivas, frenar abusos", reconoció.
En ese marco, al igual que en otros países, "a fines del año pasado surgieron en Chile importantes movimientos sociales; ciudadanos de todas las edades y sectores salieron a las calles a demandar mejores pensiones, mejor salud, mejor educación, y también menores desigualdades, mejor calidad y menos costos de los servicios públicos, mayor igualdad ante la ley, mejor control de conductas abusivas", recordó.
"Todas estas demandas, a pesar del progreso anterior, se venían acumulando desde hace muchas décadas; y el Gobierno escuchó con atención, sensibilidad y un sentido de urgencia, y puso rápidamente en marcha una nueva agenda social para avanzar en la solución", resaltó.
Asimismo, aseguró que La Moneda adoptó "todas las medidas y precauciones posibles y necesarias para garantizar el respeto de los derechos humanos de todos nuestros compatriotas; aplicamos normas estrictas al uso de la fuerza de las policías en plena concordancia con las normas internacionales; adoptamos una política de plena transparencia en materia de información", entre otras.
"Lamentablemente -agregó-, y aprovechándosse de estas manifestaciones, grupos minoritarios provocaron una enorme explosión de violencia, con incendios, disturbios, destrucción y delincuencia, que no respetaron a nadie y nadie. Y causaron un grave daño al cuerpo y alma de Chile (...) En democracia no podemos tolerar ninguna forma de violencia; la violencia, las amenazas y la intolerancia son incompatibles con una sociedad democrática que quiere vivir en paz, y que fundarse siempre en el respeto".
"Vamos a hacer todos los esfuerzos para que en Chile no haya impunidad, ni para los que vulneran los derechos humanos ni para los violentistas que atentan contra nuestra sociedad", puntualizó el mandatario.
"LA INMENSA MAYORÍA QUEREMOS PERFECCIONAR O CAMBIAR CONSTITUCIÓN"
En este marco surgió el proceso constitucional, cuya primera etapa se vivirá el próximo 25 de octubre con el histórico plebiscito, y que -según el Mandatario- fue una "vía institucional pacífica" que propuso su Gobierno y por la que optó Chile "cuando nuestra democracia se vio amenazada".
"Esta crisis representa una oportunidad para lograr un acuerdo constitucional que permita que nuestra Constitución sea un gran marco de unidad, estabilidad y proyección hacia el futuro. Es también una oportunidad de conectarnos mejor con nuestros ciudadanos y seguir avanzando, con mayor fuerza y urgencia, hacia una sociedad más libre, más justa, con mayor igualdad de oportunidades", expuso, porque "una casa dividida no puede prevalecer".
Además, "estoy convencido de que la inmensa mayoría de los chilenos queremos perfeccionar, modernizar o cambiar nuestra Constitución", apuntó.
Senador Latorre: Está más preocupado de Venezuela que de Chile
Por su parte, el senador Juan Ignacio Latorre (RD) comentó que "pareciera ser que está más preocupado de las violaciones a los derechos humanos en Venezuela, que son gravísimas, pero con muy poca preocupación por las violaciones a los derechos humanos en Chile, donde todavía tenemos un trecho enorme en términos de verdad, justicia, reparación integral a las víctimas, un combate contra la impunidad y garantías de no repetición".
"Pareciera ser que el Gobierno no se hace cargo de las gravísimas violaciones a los derechos humanos que los organismos internacionales dieron cuenta en el estallido social de nuestro país, y sobre la pandemia también es autocomplaciente", sostuvo.