Una balacera se registró en la población La Legua durante la madrugada de este viernes, el día después de que se iniciara la demolición del muro divisorio con la población Los Jardines II, en la comuna de San Joaquín.
Durante la pasada jornada los trabajos se concentraron en la apertura de los accesos a calle Mataveri desde los pasajes Karl Brunner y Álvaro Sánchez Pinzón y el plan completo contempla la apertura de cuatro pasajes, obras que continuaron este viernes para despejar los mencionados ingresos.
Estos dos pasajes no dan directamente a las casas de los vecinos, pero se mantiene el temor de los habitantes por alguna "bala loca" que los pueda afectar, considerando la balacera registrada durante la madrugada.
Incluso, vecinos señalaron que hubo otro incidente similar cerca de las 16:00 horas del jueves "después de que abrieron" y que "entró Carabineros por donde abrieron los muros y se paró", aunque reconocieron que la balacera de la madrugada "fue más larga".
Señalaron que se sienten "desprotegidos", han creado métodos para resguardarse y avisarse entre ellos cuando hay que esconderse, y hasta han instalado blindajes artesanales, como latones.
Por este motivo, acusaron que aún no se ha realizado el blindaje de las casas de la Villa Los Jardines II y recordaron que "era primero el blindaje y después se botaban los muros", cuando ayer jueves el intendente Claudio Orrego había confirmado este fortalecimiento de las viviendas.
Personal del Serviu llegó este jueves a la Villa Los Jardines II y han estado acompañando a los vecinos, señalándose que se espera la otra semana realizar el blindaje.
Alcalde prevé apertura de pasajes en tres meses
Por su parte, el alcalde de San Joaquín, Sergio Echeverría, precisó que calculan que "de aquí a tres meses, una vez que esté garantizado el reforzamiento de las casas, (podamos) abrir los siete pasajes en total".
"La situación real es que hoy día existen bandas de narcotraficantes que ponen en riesgo la vida de las personas, por tanto, una apertura de estos pasajes –compartida por la inmensa mayoría de los vecinos de La Legua- exigía y comprendía que era necesario derribar estos muros, para coartar el accionar de las bandas de narcotraficantes", aseguró.
"Al producirse esta apertura, están estas viviendas que eventualmente pueden recibir que pueden poner en riesgo a las personas, por tanto, lo que debía hacerse es reforzar estas viviendas; no olvidemos que al otro lado del muro hay más de 800 familias que tiene balas con o sin muro", sostuvo.