El ingeniero civil mecánico Javier Piedra, director ejecutivo de la Fundación Energía para Todos y profesor de la Universidad de Concepción, dijo este martes en Cooperativa que, aunque valora el subsidio que busca paliar el alza en los precios de las cuentas de la luz, "el tema de fondo" es lo cara que es la tarifa eléctrica en Chile, una de las más altas entre los países sudamericanos.
En entrevista con Lo Que Queda del Día, el académico opinó que "es bueno que el Gobierno se esfuerce en buscar financiamiento para ampliarlo (el subsidio). Eso es bienvenido. La pregunta de fondo es: si este debate sobre el subsidio lo estamos dando ahora que tenemos un alza de un 20%, ¿también lo vamos a dar en octubre, cuando tengamos otro 20%, y en enero, cuando tengamos otro 20% más?".
"Si bien el subsidio es bienvenido, yo creo que el tema de fondo tiene que ver con lo caro de la tarifa eléctrica en Chile. Chile tiene en la segunda tarifa más cara de Sudamérica y tenemos una tarifa igual que el promedio de la OCDE, pero tenemos un sueldo 38% más bajo que la OCDE", advirtió.
¿QUÉ SE PAGA CUANDO SE PAGA LA CUENTA DE LA LUZ?
Piedra explicó que en Chile, "cuando uno paga la cuenta la luz, paga tres cosas: la generación, que es como el 70% (de la tarifa total); las líneas de alta tensión que uno ve en la carretera, que es el 10%; y el 20% que nos queda es la distribución".
"La transmisión y la distribución, que suman 30%, son mercados monopólicos que están súper regulados; por lo tanto, es más difícil cambiar algo ahí, pero en el 70%, que es la generación, donde está el grueso, se puede hacer algo", aseguró.
En ese sentido, el experto recalcó que "uno se tiene que preguntar qué paga cuándo paga la generación, y la verdad es que uno no paga ni la termoeléctrica ni las represas ni los paneles fotovoltaicos ni las torres eólicas; lo que uno paga son contratos de largo plazo que son fruto de contratos entre privados, entre generadoras y distribuidoras, pero que son mediados por el Estado a través de licitaciones públicas que se vienen haciendo en Chile desde el año 2006 a la fecha, prácticamente todos los años".
"Las empresas acuden (a la licitación), compiten y la que tiene el menor precio gana. Del fruto de todos los contratos se han hecho desde el año 2006 hasta ahora, el promedio es el que pagamos nosotros cuando pagamos la cuenta de la luz", sostuvo.
Según Piedra, "existen dos tipos de contratos: los contratos que son antiguos, que son caros y, además, están indexados o asociados a combustibles fósiles -o sea, que si sube el precio del carbón, el petróleo o el gas, sube el precio del contrato y, por tanto, sube la cuenta de la luz-; y tenemos otros contratos que son nuevos, baratos y renovables, que comenzaron a partir del año 2015, que son mucho más baratos".
"Cuando uno ve los contratos y cómo se realizaron, uno también se puede dar cuenta, por ejemplo, de que en la licitaciones del año 2006 al año 2014 llegaban una, dos o tres empresas a la licitaciones, pero a partir del año 2015, cuando hay un cambio regulatorio que favorece la entrada de las renovables, ya comienzan a llegar 80 empresas a la licitaciones; por tanto, el precio de esos contratos cayó en un 70% respecto de lo que se hacía antes", sentenció.