Según cifras entregadas por el Registro Civil, 23 parejas ya se separaron de las cerca de 3.000 que han firmado el Acuerdo de Unión Civil (AUC), desde que entró en vigencia el pasado 22 de octubre de 2015.
Para poner fin a un AUC sólo se necesita que una de las partes registre en el servicio el fin del acuerdo y que notifique al otro conviviente para el cese del contrato, a diferencia de un divorcio que demora uno o tres años concluir el proceso.
De los 23, 15 corresponden a parejas heterosexuales, mientras que los otros ocho casos se trata de parejas del mismo sexo.
"Creo que más personas están optando por el AUC porque es menos engorroso en el trámite e igual otorga protección a la pareja. Incluso, en la separación es más simple, entonces, 23 puede sonar mucho, pero en el universo total no resulta tan influyente", indicó Paula Vergara, sicóloga y terapeuta de familias y parejas de la Fundación Nepsis a La Tercera.
"Ahora son mucho más compañeros. Existe una distribución de tareas igualitarias y pocos están dispuestos a postergar su vida por un compromiso social. Hay convivientes que, sin estar reconocidos formalmente con un matrimonio, tienen las mismas dinámicas y obligaciones que se espera de los casados", agregó la especialista.
La sicóloga remarcó que "no existen diferencias de relación entre las parejas homosexuales de las heterosexuales. En ambas hay el mismo afecto, el mismo compromiso y el deseo de que la relación perdure. Ponen el mismo esfuerzo y esperanzas en el vínculo".
En tanto, desde el Movimiento de Liberación Homosexual (Movilh), una de las agrupaciones que defendió la creación de este acuerdo, su vocero Oscar Rementería manifestó que "como sociedad civil debemos reconocer esta forma de vínculos de parejas, y eso incluye la separación, pues es obvio que no todas la relaciones van a funcionar".