Los sobrevivientes del edificio Alto Río, que colapsó en Concepción tras el terremoto del 27 de febrero de 2010, aún no han sido indemnizados 14 años después de la tragedia, pese a que el juicio civil falló a su favor.
La constructora del inmueble, Socovil, cedió a las víctimas un sitio eriazo a modo de compensación, pero el terreno mantiene una deuda de más de 300 millones de pesos por concepto de contribuciones.
La deuda está impidiendo la venta de dichos terrenos, con la cual se pretende financiar la indemnización correspondiente a los afectados.
"Para poder llevar a cabo esa liquidación, esa venta, para poder pagar indemnizaciones en dinero a cada una de las víctimas, se necesita llevar a cabo cierta etapa legal y administrativa para poder sanear la propiedad donde está construido este edificio", dijo Enrique Hernández, abogado de las víctimas, a Cooperativa.
Se ha pedido formalmente al Ministerio de Hacienda un "perdonazo" de contribuciones; sin embargo, eso a la fecha no ha ocurrido.
"Hay personas que tienen crisis psicológicas, porque ya es gente mayor. En 14 años la gente envejece, pasan situaciones, enfermedades, cosas emocionales, entonces, ya no son los mismos de 10 o 15 años atrás. Son situaciones súper indignas", comentó Katy Hernández, sobreviviente del edificio, a Cooperativa.
DOCE ESCUELAS MODULARES EN EL BIOBÍO
Otra deuda que existe en la Región de Biobío a 14 años del cataclismo es educacional. A la fecha se mantienen 12 escuelas modulares funcionando bajo esta modalidad en distintas comunas de la región.
La alcaldesa de Tomé, Ivonne Rivas, fue bastante crítica con esta situación: "Hubo un compromiso que no se materializó en el periodo de la reconstrucción post-terremoto y se trata de la reconstrucción de las escuelas Carlos Manns, Mariano Igaña y Cocholgüe. Entre las tres reúnen una matrícula bastante importante".
"A la fecha urge una solución para estas comunidades educativas, ya que estas escuelas modulares llevan 14 años en pie, cumpliendo por mucho tiempo su vida útil", complementó.
Por último, otro proyecto que quedó en carpeta es el de las alarmas anti-tsunamis.
El Servicio Nacional de Prevención y Respuestas ante Desastres (Senapred), que reemplazó a la Onemi en enero de 2023, debía concretar esta iniciativa, pero a 14 años no hay ninguna alarma instalada en el borde costero de la Región del Biobío.
GOBIERNO NO REALIZÓ CONMEMORACIÓN
Con todo, ha llamado la atención que el Gobierno no realizó ningún acto conmemorativo sobre los 14 años de la tragedia; situación que fue aclarada por la delegada presidencial de la Región del Biobío, Daniela Dresdner.
"Nosotros acá lo que estamos haciendo es trabajar en resolver las cosas que aún quedan pendientes del 27-F y eso es algo que hemos demostrado. Hemos demolido edificios que estuvieron durante 14 años sin ser atendidos, como lo es el Villa Futuro en Chiguayante; como lo es el Mirador del Pacífico en Talcahuano", señaló.
"También entregamos los recursos para que ocurra lo mismo con el edificio Puerto de Palos en Hualpén. (Además), estamos trabajando en los doce colegios modulares que llevan esos mismos 14 años esperando poder ser reconstruidos", agregó la delegada.
Por su parte, la minstra del Interior, Carolina Tohá, posteó una publicación en su cuenta de X en memoria a los afectados tras el terremoto.