Un informe elaborado por el Instituto Internacional de Investigación del Clima y la Sociedad de la Universidad de Columbia estimó que entre noviembre y enero existe 70 por ciento de probabilidades de que se desencadene el fenómeno de La Niña.
Según consiga el estudio, este fenómeno conlleva un ambiente caluroso y de baja humedad, derivado del enfriamiento de las aguas superficiales del Pacífico, por contraposición a lo que ocurre con El Niño, que es el calentamiento de esas aguas, publicó LUN.
"La Niña inhibe la formación de nubosidad provoca temporadas más seca, por lo que hay pocas posibilidades de lluvia", sostuvo Reina Campos, meteoróloga de la Universidad de Valparaíso y magíster en Educación Ambiental de la UPLA.
En tanto, Luis Muñoz, meteorólogo del Centro de Estudios Avanzados de Zonas Áridas (Ceaza), comentó que aparte del aumento del calor y la baja nubosidad, se suma el viento raco, conocido como terral en la zona norte y como puelche en la zona centro sur.
"Es un viento del este que va desde la zona cordillerana hacia la costa que se produce debido al tránsito de un anciclón. Se caracteriza por producir fuertes ráfagas de unos 50 kilómetros por hora en la zona precordillerana y en algunos valles", añadió.
Esta baja de humedad y de las precipitaciones podría generar complicaciones ante eventuales incendios forestales.