Mineros de Curanilahue pasaron la Navidad junto a sus esposas e hijos en el fondo del yacimiento, como continuación de la protesta que los mantiene bajo tierra desde hace 20 días, y anunciaron que no descartan continuar hasta Año Nuevo con la medida de presión.
"Quiero decir en el nombre de todos mis compañeros que no nos vamos a mover de acá, que nosotros hasta hoy no hemos cerrado la mina, pero hoy lo vamos a hacer y lo vamos a hacer, si es posible, con nuestras familias abajo, dijo Job Riquelme, minero que está desde el 5 de diciembre en el pirquén.
Tras esto, enfatizó en que "nosotros hoy pasamos la Navidad y si es posible el Año Nuevo para taparle la boca al Gobierno que nos ha basureado de una u otra manera. Nosotros no hemos salido de este lugar y estamos dispuestos a seguir".
Por su parte, Luis Chandía, presidente del sindicato de trabajadores de la quebrada mina Santa Ana señaló que conversó con las esposas de los mineros y "la intención de ellas es mantenerse al lado de sus esposos hasta tener respuesta de parte del Gobierno".
Fresia Márquez, vocera de las mujeres y los niños, agregó que el objetivo será "apoyar a nuestros maridos, porque ya se dio el visto bueno, pero falta la mano de la Presidenta , que se ponga la mano en el corazón y que piense y que mire en este lugar donde están todos los mineros adentro sufriendo, esperando solución".
Los pirquineros están protestando porque, según ellos, el Ejecutivo no está creando las instancias necesarias para comprar la mina y poder trabajarla, faltando a uno de los artículos del protocolo del acuerdo alcanzado en 2015.