El intendente del Biobío confirmó que los 70 trabajadores pasarán Año Nuevo solos a 650 metros bajo tierra.
Familiares piden al Gobierno que se sensibilice con la manifestación.
Un empresario de Lebu ha manifestado su intención de comprar la mina.
La Intendencia del Biobío confirmó que los 70 mineros que desde el 5 de diciembre protestan en Curanilahue pasarán Año Nuevo a 650 metros bajo tierra y sin sus familiares, pues Carabineros impedirá el ingreso de éstos a la mina.
"Se ha indicado a través de la Gobernación de Arauco y en coordinación con Carabineros y también con las instituciones que resguardan los derechos de los menores para efecto de que se tomen las medidas legales que permitan evitar que se expongan innecesaria e irresponsablemente a menores", señaló el intendente (s) del Biobío, Enrique Inostroza.
Y precisó que "nosotros vamos a tomar las medidas para proteger a esos niños y evitar que se les exponga innecesariamente a condiciones de salud que no son las propicias".
Marta Rivas, esposa de uno de los pirquineros que se encuentra bajo la mina, declaró a Cooperativa que "es un día bien complejo porque ya nos pasó en Navidad, en mi casa no hice nada, mi hija encerrada en la pieza y yo en el living sola pensando en toda esta situación que está pasando".
Por esto, hizo un llamado al Gobierno a que se "sensibilice con los mineros porque no la están pasando bien abajo".
Si bien el Ejecutivo ha tenido acercamientos con los dirigentes de mineros y reuniones en las que ha participado el empresario de Lebu Isaac Alarcón -quien está interesado en comprar la mina- hasta ahora no se ha logrado un acuerdo y la protesta ya se extiende por 26 días.
