El Gobierno presentará sus indicaciones al proyecto que reduce la jornada laboral a 40 horas semanales este martes al mediodía en La Moneda, reanudando la tramitación de esta iniciativa emblema de su programa, la que se encuentra en el Senado.
La ministra del Trabajo, Jeannette Jara, adelantó que estas modificaciones "han buscado recoger lo que han sido las 200 sesiones de las mesas técnicas en las cuales se han recogido opiniones de empleadores, trabajadores y también centros de estudios y universidades".
Estas propuestas "precisamente dicen relación con la reducción de la jornada ordinaria de trabajo, así como también de las jornadas especiales y excepcionales, y con materias propias de gradualidad, pero todos los contenidos respecto a la materia los va a presentar mañana el Presidente de la República", remarcó.
La secretaria de Estado lo declaró durante una reunión del Consejo Superior Laboral -integrado por su cartera, la CUT y la CPC- con el Consejo Minero y la Coordinadora de Trabajadores de la Minería, entidades que le presentaron una propuesta para aplicar las eventuales 40 horas en jornadas excepcionales de turnos rotativos de 12 horas continuas.
Por su parte, la ministra vocera de Gobierno, Camila Vallejo, quien fue coautora de este proyecto como diputada, destacó la reactivación que implican estas indicaciones.
"Mañana podrán conocer más detalles, porque ha sido fruto de un diálogo que se ha sostenido en distintas mesas de trabajo, tanto con empleadores como con trabajadores y, por cierto, desde el Estado, liderado por nuestros ministros y ministras", acotó.
Hasta ahora, se sabe que parte de la presentación consistirá en ampliar la medida al sector público, mediante un trabajo con la Mesa del Sector Público, lo que implicará eventuales modificaciones a legislaciones particulares.
IMPORTANCIA DE LA GRADUALIDAD
El presidente de la Comisión de Trabajo de la Cámara, Alberto Undurraga (DC), apuntó que "la reducción de la jornada a 40 horas es buena para la calidad de vida de las personas, pero para que sea viable tiene que ser gradual, para que las empresas y los trabajadores y trabajadoras puedan adaptar su jornada".
"Espero que eso sea lo que se recoja en las indicaciones mañana, de manera tal de que sea viable implementar la reducción", recalcó el diputado.
David Acuña, presidente de la CUT, planteó "que sea transversal para todos los trabajadores y trabajadoras de Chile, tanto del mundo público como del sector privado, que exista flexibilidad dentro de esta normativa, entendemos que tiene que haber adaptabilidad, y nosotros queremos una gradualidad prudente, pero también que los que puedan hacerlo de manera inmediata también lo hagan".
Desde el mundo de las pymes, Roberto Rojas, presidente de la Confederación Gremial Nacional Unida de la Micro, Pequeña y Mediana Empresa (Conupia), valoró que "este proyecto trae consigo algunos elementos que permiten a empresas de menor tamaño asumirlo con mayor facilidad, teniendo en cuenta las circunstancias económicas en que se encuentra hoy día el país", pues "naturalmente que las condiciones en las cuales estábamos cuando se inició la discusión de este proyecto de ley el 2019 han variado, y no muy favorablemente para las pymes".
"Desde ese punto de vista, nos parece muy relevante destacar la disposición que ha habido por parte de todos, y creo que va a ser parte de las indicaciones al proyecto el tema de la gradualidad, (puesto que) las 40 horas se van a ir asumiendo en un lapso de cinco años", agregó el dirigente.
Desde la CPC, Juan Sutil aseveró "que esto tenga la gradualidad que hemos discutido en parte del proceso prelegislativo y que tenga el horizonte de tiempo y de aplicabilidad, flexibilidad y adaptabilidad que corresponde para pensar en cómo llevar a Chile al desarrollo y a un mundo más moderno, y eso requiere también la libertad entre trabajadores y empleadores".
En tanto, el coordinador nacional de la mesa del sector público, Carlos Insunza, calificó como "una muy buena noticia que se busque avanzar por la vía de establecer un diálogo que proyecte la implementación al mismo ritmo en el conjunto del trabajo, pero teniendo evidentemente en cuenta las particularidades y las necesidades que esto tiene en el ámbito público".
"Es evidente que la reducción de la jornada para todos los empleadores va a implicar una serie de modificaciones de la organización del trabajo, pero en el caso del sector público muchas de estas medidas requieren modificaciones en legislaciones particulares", añadió.