A un mes de conformar la mesa de trabajo, los taxistas y el Ejecutivo lograron los primeros acuerdos en relación a una posible regulación derivada del ingreso de Uber al país.
Como consignó El Mercurio, se decidió mantener congelado el parque de taxis en 41.968 vehículos entre taxis básicos, ejecutivos, de turismo y colectivos.
Junto a esto, se acordó mejorar el reglamento sancionatorio a los taxistas que presten un mal servicio o que realicen actos ilícitos como "cambiazos" de dinero.
"Queremos que se pongan normas y reglas que apunten a sancionar la ilegalidad y también a los legales, para que tengan su merecido los que se portan mal", manifestó el presidente de la Confederación Nacional de Taxistas, Luis Reyes.
El gremio espera que se defina una retención de licencia por seis meses para los conductores del transporte informal o taxistas que cuenten con permiso pero cometan irregularidades.
"Estamos al borde de cortar las huinchas, pero no podemos ser irresponsables, falta un tema por conversar y luego se va a mandar un proyecto con suma urgencia", precisó Reyes.
Críticas desde Uber
Desde Uber criticaron haber sido dejados fuera de la mesa de trabajo, una decisión que catalogaron como "decepcionante".
"Parece muy preocupante si la idea del Gobierno es imponer un castigo y no una solución. Creemos que lo que la gente espera es que un servicio como el nuestro sea objeto de una nueva regulación", aseveró el gerente general Carlos Schaaf.
"Existen 70 regulaciones en el mundo. Pero si esto es cierto, se parece mucho más a una prohibición", aseveró.
Además, Schaaf explicó que espera trabajar con el ministro "para desarrollar una regulación moderna y adecuada para servicios como el nuestro".