Las nuevas líneas 3 y 6 del Metro, duplicarán la distancia que existe entre sus estaciones respecto a las de las líneas 1 y 2. Las nuevas vías que estarán disponibles entre 2016 y 2018 tendrán terminales separados por hasta dos kilómetros, mientras que las que inauguraron el tren metropolitano están alejadas por un promedio de 663 y 888 metros.
En Metro explicaron que esta decisión se debe a que "el servicio del tren subterráneo está orientado a viajes de mediana y larga distancia, mientras que los buses permiten ayudar a distribuir a los pasajeros desde Metro hasta sus destinos".
La distancia definida es similar a los ferrocarriles metropolitano "integrados, más modernos y eficientes del mundo y que es de 1,5 kilómetros", indicaron a El Mercurio.
"Esto permite una serie de beneficios, como el aumento de la velocidad de los trenes y, por ende, la disminución de los tiempos de viajes", explicó Metro.
Sin embargo, la distancia no ha estado exenta de conflictos y comunidades y municipios de Independencia y Providencia, han expresado su disconformidad y solicitado la construcción de mayores estaciones pero acortar las distancias.
En tanto para el gerente de estudios de la Cámara Chilena de la Construcción, Javier Hurtado, se refirió al tema y expresó que "la mayor distancia no reviste mayores complejidades y lo que puede pasar es que entre estaciones surjan zonas con menor densidad que el resto de la red".
A su juicio, esto "podría favorecer al entorno, al generar espacios más agradables y atractivos".
Por otra parte, el gerente del Área Urbana de la consultora SieteVeinte, Alex Nohra, esta nueva distancia está "vinculada con edificaciones en altura, principalmente porque los territorios urbanos donde pasan son muchos menos densos que la línea misma".