La fuerza pública impidió que decenas de microbuses se instalaran en la Alameda por los dueños, que reclaman haber quedado de brazos cruzados por el plan de transporte capitalino.
Efectivos de Fuerzas Especiales de Carabineros disolvieron una manifestación de dueños de micros amarillas, quienes instalaron sus máquinas en la calzada sur de la Alameda, a la altura de calle Obispo Umaña, en protesta por la salida de circulación de sus vehículos, como parte de la implementación del plan Transantiago.
El viernes 14 de abril se inició la etapa 1C del programa de transporte, que significó el fin de los servicios de 812 máquinas del antiguo sistema, las que fueron reemplazadas por alrededor de 200 buses del estándar Transantiago, en su mayoría articulados.
Los manifestantes, en su mayoría del recorrido 207 Salvador Gutiérrez-La Dehesa, detuvieron sus máquinas en plena vía pública, causando congestión entre los vehículos que se dirigían por Alameda de poniente a oriente.
Carabineros entabló un diálogo con los conductores y acordó despejar la principal vía capitalina, trasladándose las micros -con escolta policial- hacia la avenida Portales, donde el grupo pretende seguir con su protesta.
Cristián Contreras, dirigente de los manifestantes, pidió que "no se nos coarte la libertad de trabajar".
"Nosotros teníamos contratos que duraban hasta octubre de 2006 y las máquinas más nuevas tenían prometido que trabajaban en régimen de sistema Transantiago, que eran cinco años más", añadió.
Añadió que solicitarán el apoyo de la Central Unitaria de Trabajadores (CUT) a sus demandas y anunció que el miércoles 19 de abril realizarán una marcha desde Plaza Iatalia hasta La Moneda para exigir el pago de una "justa indemnización por los años de servicio que le quedan a las máquinas".
Contreras afirmó que ese pago -más "símbólico" que mercantil- servirá para "pagarle a nuestros choferes, a nuestros administrativos sus finiquitos".
Según las cifras del sector, medio millar de microempresarios se han visto afectados por la nueva reducción de máquinas en Santiago, lo que ha afectado a cerca de 3.000 personas, entre choferes y empleados administrativos.
Los micreros fueron respaldados por el diputado de la Democracia Cristiana (DC) Carlos Olivares, quien apuntó a la responsabilidad de anteriores autoridades del Ministerio de Transportes, quienes actuaron -afirmó- "sin ninguna conciencia social".
"Mi crítica es al modelo, mi crítica es a la forma cómo, señores como (Germán) Correa, (Javier) Etcheberry, el señor Guillermo Díaz, llevaron adelante este proyecto", enfatizó refiriéndose a las autoridades de Transportes del Gobierno de Ricardo Lagos. (Cooperativa.cl)
