La aprobación de un proyecto de acuerdo en la Cámara de Diputados, impulsado por el diputado Giorgio Jackson (RD), para tener un Transantiago con "tarifa cero" se tomó el debate entre los especialistas respecto de quién asumiría los costos de esta gratuidad.
La iniciativa de Jackson tiene respaldo en la propuesta que el director del Centro de Desarrollo Urbano Sustentable, Juan Carlos Muñoz, y el economista e ingeniero Lorenzo Cerda realizaron en mayo del año pasado.
En diálogo con Cooperativa, Cerda resaltó que su análisis nació de la forma en que se financia el sistema de transporte actualmente, con un 45 por ciento costeado por el Estado y el resto por los usuarios con sus tarjetas Bip!
El economista destacó que en su propuesta se mantendría fijo el aporte del Estado y se utilizaría una serie de fórmulas para financiar el resto del sistema, entre lo que se incluirían los nuevos gastos derivados de la "tarifa cero", como más buses y más frecuencia del Metro.
"Nosotros hicimos el ejercicio de qué pasaría si, por ejemplo, nosotros lo financiamos, por un lado descontándolo a la gente que tiene liquidaciones de sueldo vía planilla, descontándole un monto fijo al empleador y al empleado, una parte la pone el empleador y otra el empleado. También proponíamos mezclarlo con otras formas, como, por ejemplo, cobrar 50 pesos por litro de bencina en la ciudad de Santiago", detalló Cerda.
El profesional destacó que "con 11 mil pesos pagados por el empleado y con 11 mil pesos pagados por el empleador al mes, uno podía tener un Transantiago con tarifa cero".
Cerda sostuvo que "cuando uno tiene transporte público gratuito pasan muchas cosas. Mucha gente que estaba utilizando el automóvil se va a cambiar al transporte público, la gente que sigue usando el automóvil va a tener calles mucho más despejadas, cuando la gente se cambia al transporte público la ciudad se descongestiona y, por ende, la gente que sigue usando el auto va a tener calles más descongestionadas y llegará más rápido a su destino".
En ese marco, el especialista dijo que una "tarifa cero" también ayudará a descontaminar y acelerar los tiempos de viaje porque se ahorra las esperas para pagar en torniquetes y esto, a su vez, baja los costos del sistema ya que no se requieren validadores y otros medios asociados.
Finalmente, expresó que aquellos que no usan el transporte público, porque viven cerca de su trabajo o utilizan otros medios de movilización, pueden tener el sistema gratuito como "una especie de seguro" para cuando su situación de vivienda cambie.