La tranquilidad, y a veces parsimonia, de la candidata de la Concertación durante el debate presidencial contrastó con las críticas al Gobierno, encabezadas por Joaquín Lavín, seguido en menor medida por Tomás Hirsch y Sebastián Piñera.
Como una última oportunidad de remontar en las encuestas tomó el debate presidencial de este 19 de octubre el candidato de la Unión Demócrata Independiente (UDI), Joaquín Lavín, quien recurrió a un discurso frontal contra el Gobierno y la abanderada de la Concertación, Michelle Bachelet, para desmarcarse de su rival al interior de la Alianza y posicionarse de un rol absolutamente contrario al que tuvo en años anteriores.
En cambio, el foro presidencial, organizado por CNN en Español y Canal 13, permitió a la ex ministra y militante socialista reafirmar su perfil distinto al del "político tradicional", incluso frente al empresario Sebastián Piñera, de Renovación Nacional (RN), y al humanista Tomás Hirsch, del pacto Juntos Podemos Más, quienes junto a Lavín presentaron un discurso más clásico y acorde a un guión.
La delincuencia y reiteradas menciones a las fallas, según su visión, del Presidente Ricardo Lagos fueron las armas de batalla del gremialista, quien llamó a la población a darle la oportunidad de "cambiar Chile", a través de una segunda vuelta entre él y Bachelet.
De hecho, el ex alcalde obvió la norma impuesta por la producción del debate y usó un elemento externo para ejemplificar su postura de "mano dura" contra el delito, tema con que las periodistas Glenda Umaña y Constanza Santa María abrieron el programa.
Lavín exhibió la cédula de identidad de un ciudadano que fue víctima de un asalto, algo que luego del foro Michelle Bachelet consideró como una falta el juego limpio.
El estricto apego de Lavín a su discurso de las últimas semanas, centrado en la delincuencia, también fue una característica de Sebastián Piñera, quien en su primera alocución repitió varias de las cuñas que se escuchan en sus comerciales radiales.
Aunque también hizo mención a los errores y falencias de la actual administración, el dueño de Chilevisión tuvo un discurso menos confrontacional y de tono más cálido que su compañero de pacto, apelando a su historia familiar y a sus "valores cristianos".
De hecho, frente al tema de la delincuencia Piñera matizó su postura entre "una mano dura y una mano acogedora", marcado por su dualidad de su potencial electorado: un mundo derechista y personas que han votado por la Concertación pero que podría migrar a RN.
Con su discurso más moderado, Sebastián Piñera intentó ocupar el espacio que dejó Lavín, quien incluso llegó a ubicarse como un "candidato antiempresarial", al señalar en más de una oportunidad que los grandes hombres de negocios estaban felices con Lagos y seguirían felices con la Concertación.
Claro que la crítica de Lavín y la postura "revisionista" de políticas en favor de los sectores más acomodados no pasó inadvertida para Tomás Hirsch, quien fustigó a los abanderados de la Alianza por hablar de desigualdad cuando fueron ellos quienes implantaron el sistema, con su apoyo a la dictadura.
Es un "escándalo y vergüenza" que la derecha critique la concentración de las empresas, agregó el humanista, quien recalcó que en temas como el de las AFP "el Estado tiene que volver a hacerse cargo".
Casi por sobre las posturas de Hirsch, Lavín y Piñera, Michelle Bachelet recordó que "como médico" debía ser realista y no apostar por las promesas fáciles y la demagogia, sobre todo cuando quiere "representar a los que no tienen voz", pero consciente de la responsabilidad que hay sobre sus hombros, a raíz del constante y mayoritario apoyo que las encuestas le otorgan.
Además, Bachelet recalcó que es una candidata distinta a los políticos tradicionales, y ciertamente intentó demostrarlo con sus intervenciones, donde -a diferencia del debate que protagonizó con Soledad Alvear, en abril pasado- dio cifras e ideas concretas sobre temas como seguridad, desigualdad y reforma del sistema de AFP, entre otros temas.
El debate fue abierto con la pregunta de la periodista de CNN Glenda Umaña, quien consultó a los candidatos por la causa de la delincuencia en el país. En tanto, Constanza Santa María, de Canal 13, preguntó a los abanderados sobre cuál es su principal propuesta para superar la desigualdad.
Luego los postulantes a La Moneda respondieron sobre los cambios que proponen para la relación entre Chile y Estados Unidos, cómo evalúan la concentración de la propiedad de las empresas, cómo progresar en la integración Latinoamericana, sus apoyos en los momentos complicados y, finalmente, cómo enfrentarán el tema de los fondos de pensiones. (Cooperativa.cl)
