Crisis argentina: Consecuencias de la devaluación del peso
Economistas cifran en 28,3 por ciento la inflación real de 2013.
Esperan que 1 dólar llegue a valer unos 12 pesos argentinos.
Se estima que el peso argentino llegará a su valor más bajo desde 2001.
Debido a una lenta respuesta del gobierno argentino, los problemas económicos pueden tener mayores repercusiones que la crisis de 2001.
La fuerte devaluación del peso frente al dólar este mes, superior al 34 por ciento, seguirá aumentando la inflación del país.
Según datos oficiales, Argentina cerró 2013 con una inflación de 10,9 por ciento, pero consultoras privadas cifraron el aumento de precios en 28,3.
Algunas de las razones que provocaron una de las devaluaciones más altas de la moneda argentina en la historia fueron la falta de flexibilidad de la cotización del dólar en el mercado argentino y las altas expectativas por los estímulos de la Reserva Federal. Además, la desaceleración de la economía china y la falta de inversión extranjera colaboraron en la depreciación de la divisa.
La mandataria Cristina Fernández culpó a los bancos de la devaluación de la moneda y en Twitter declaró que "sólo a través de ellos se pueden hacer todas las maniobras especulativas de los mercados".
Repercusiones de la crisis
El alza del dólar y las limitaciones en su compra por personas naturales llevan a una mayor preponderancia de la venta informal, con valores más altos que lo normal y el denominado mercado negro, en el que los precios son modificados sin regulación.
Otra de las consecuencias de esta crisis será el alza de los precios en las importaciones, pero las exportaciones se verán beneficiadas por la debilidad de la moneda local.
Algunas empresas de electrodomésticos y abarrotes ya comenzaron a subir los precios de sus productos desde hace una semana, a pesar de los llamados de la Casa Rosada a congelar los valores de los productos básicos.
Los inversionistas no pueden retirar su dinero del país, pero debido a la inestabilidad bancaria, es poco probable que ingresen nuevos proyectos, y el turismo se verá golpeado, no necesariamente por la economía, sino que por las posibles protestas que se registren si es que la situación empeora.
La presidenta se ha manifestado contraria a reducir el gasto público para calmar la economía, ya que significaría quitar las ayudas gubernamentales en temas sociales, materia fundamental del mandato de Fernández.
Para 2014, se estimó a nivel oficial una inflación de 10,4 por ciento, mientras que economistas vaticinan que se acercará al 30 por ciento.
La agencia calificadora Moody's estimó en un estudio que el tipo cambiario podría caer hasta 12 pesos argentinos por dólar hacia fines del año, su punto más bajo desde 2001.