Ex conscripto en caso quemados vivos: "Julio Castañer, ése es el nombre del asesino"
Fernando Guzmán relató en la televisión los detalles del ataque de militares contra Rodrigo Rojas y Carmen Quintana en 1986.
Afirmó que el entonces teniente intimidó a sus víctimas con un encendedor, diciéndoles: "¿Querís que te queme, conchetumadre, por andar haciendo hueás?".
Tras participar en el ataque, Julio Castañer ascendió en el mando del Ejército, llegó a ser comandante del Regimiento Dragones en Punta Arenas, y también hizo clases en la Universidad de Magallenes.
La declaración que rindió en noviembre del año pasado el ex conscripto Fernando Tomás Guzmán Espíndola ante el juez Mario Carroza permitió la reapertura de la investigación del llamado "caso quemados", y que el magistrado dictara órdenes de detención contra siete militares en retiro.
Guzmán profundizó este testimonio para el programa "En la mira" de Chilevisión, en un capítulo que fue emitido anoche y en el que el ex uniformado responsabilizó abiertamente a Julio Ernesto Castañer González, teniente de Ejército en 1986, como autor material del ataque incendiario que mató a Rodrigo Rojas de Negri y dejó gravemente herida a Carmen Gloria Quintana, entonces de 19 y 18 años respectivamente.
"Se quemaron vivos por la negligencia de un carnicero, porque él gozaba viendo eso, haciendo sufrir al prójimo, a un niño que fue a protestar porque no estaba de acuerdo con el Gobierno... Matarlo... El verdadero culpable tiene nombre y apellido: Julio Castañer; ése es el nombre del asesino", señaló Fernando Guzmán a "En la mira".
Según detalló el ex conscripto, esa mañana del 2 de julio de 1986 en la comuna de Estación Central, Castañer -que era asesor del mando de la unidad de inteligencia que funcionaba en el Regimiento Los Libertadores- lideró el operativo en el que fueron detenidos y atacados los dos jóvenes, e iba acompañado por dos cabos de civil: Luis Alberto Zúñiga González y Jorge Osvaldo Astorga Espinoza.
"¿Querís que te queme, conchetumadre?"
"Castañer ordena rociarlos, le ordenó a un soldado rociarlos con la misma bencina que fueron a buscar afuera, donde iban a hacer la barricada los muchachos. Se rocían los dos muchachos con eso, se acerca a la muchacha y empieza a intimidarla con un encendedor: '¿Querís que te queme, conchetumadre?', le decía... La niña (Carmen), asustada, solamente lloraba", recordó.
En medio de esto "me dicen: 'Pégale, hueón, pégale conchetumadre, pégale vos también'... Tuve que tomar el bidón vacío y le pegué un 'chapulín' al joven, que estaba en el suelo en ese momento ya".
Después "me subo al camión, me quedo detrás del Mendoza Rivera y este tipo todavía seguía hueveando a la Carmen con el encendedor: '¿Querís que te queme, conchetumadre, querís que te queme por andar haciendo hueás? Hasta que hizo combustión".
Guzmán fue enfático en desmentir la versión oficial del Ejército sobre el episodio, asegurando que fue "el mismo encendedor (de Castañer el que) hizo la combustión donde se quemó la Carmen, no fue bomba molotov ni bomba BIC tampoco. Julio Castañer, ése es el nombre del asesino", reiteró.
Poco después, "cuando se terminaron de apagar, los jóvenes todavía tiraban humo envueltos en la frazada. El Castañer se acerca al (teniente Pedro) Fernández Dittus y les dice: 'Matémoslos, es la única solución que tenemos, porque esto nos va a traer consecuencias'... Fernández Dittus le dice: 'No, yo soy católico, no los puedo matar', y ordenó que los subiéramos al camión".
Tras esto a Rojas y Quintana los trasladaron "boca abajo, tendidos, manos adelante", y los soldados iban "sobre ellos, con los pies en la espalda, en la cabeza, donde te tocaba estar".
"Tú tenías que pisarlos, ordenado por los mismos tenientes", explicó Guzmán recordando el trayecto hacia el sector Lo Boza de la comuna de Quilicura, donde las víctimas fueron abandonadas.
"Llevaba en la sangre la maldad"
Fernando Guzmán afirmó que el teniente Castañer se caracterizaba por su crueldad e instaba a sus subordinados a golpear a quienes eran detenidos en protestas sociales.
"Asumía como el que nos ordenaba: 'Péguenle a este hueón, por culpa de él tienen que andar en la calle cagándose de frío, cuando podrían estar en la casa' (...) Nunca podía estar en una parte solamente revisar a los muchachos tranquilamente, sino que había que hacerles algo; siempre maltratarlos (...) Estaba en él, llevaba en la sangre la maldad", explicó.
También recordó que después del ataque contra Quintana y Rojas "el propio Castañer, el que quemó a los jóvenes –porque nosotros lo vimos; fue él, con el encendedor- nos preguntaba quién de nosotros había sido y cómo lo habíamos quemado, hasta que en una, de tanta pregunta, un soldado levantó la mano y dijo: 'Yo fui, con un fósforo'".
"Después de que el soldado levantó la mano se fueron todos allá donde él y Castañer le dijo: 'Pero ¿cómo lo hiciste, pelao hueón? ¿Cómo se te ocurre hacer eso?", contó.
También en los días posteriores al 2 de julio, en una reunión en el Regimiento Libertadores en la que participaron todos presentes en el episodio, "el señor Santiago Sinclair (vicecomandante en Jefe del Ejército) se paró delante de nosotros y dijo: 'Soldados, ustedes tienen una familia muy grande, que es del Ejército, y siempre van a tener la seguridad de que los vamos a proteger a todos, y si algo sale mal somos capaces de hacer un segundo 11 de septiembre. Eso es lo que dijo el señor Santiago Sinclair".
Comandante y profesor
"En la mira" consignó que Julio Ernesto Castañer González trabajó, después del "caso quemados vivos", como mayor de Ejército en la comuna de Paredones y luego viajó a Italia a estudiar relaciones internacionales.
Años después, en 2005, como coronel, fue nombrado comandante del Regimiento Dragones de Punta Arenas y también jefe del Comando Conjunto Austral.
Entre 2005 y 2010 fue profesor de Ciencias Políticas en la Universidad de Magallanes y actualmente trabajaba en Punta Arenas como asesor de operaciones del Estado Mayor de la División del Ejército.
Durante la mañana de ayer, miércoles, fue interrogado por la PDI y luego trasladado al Regimiento Dragones -el mismo que comandó- para quedar detenido.
"Siento rabia conmigo mismo"
Consultado por su motivación para romper el "pacto de silencio" que duró casi 30 años, el ex conscripto Guzmán apeló a la culpa que aún siente en su conciencia, pese a no haber sido responsable del cruel ataque.
"Siento rabia conmigo mismo de no haber sido valiente en esa época, de no haber tenido coraje suficientemente grande, de haber tomado a mi familia, haberla mandado a la cresta y haberle dicho la verdad a esa familia (de Rodrigo Rojas), a esa madre que perdió a su hijo por andar protestando", explicó.
"Me duele el corazón, eso es lo que pasa, por eso lloro, por impotencia, y por eso estoy así, estoy complicado. Mi vida es un desastre. ¿Qué más quieren? Me mataron en vida estos tipos", afirmó.
"En la mira" de Chilevisión es el mismo programa que el año 2012 identificó a Pedro Pablo Barrientos Núñez como el autor material del asesinato de Víctor Jara.
Barrientos -en 1973 teniente del Ejército- vive actualmente en Estados Unidos y la Justicia chilena pidió su extradición. La imputación surgió también de un ex conscripto, José Paredes Márquez, que dice haber sido testigo del asesinato del cantautor.
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