Honda tristeza marcó finiquito de 350 trabajadores de la Clínica del Maule
Varios de los afectados llevaban décadas de labor en el recinto, declarado en quiebra.
"Llegué soltera acá, sin hijos, sin casa", rememoró una de las ahora ex funcionarias.
El caso se suma a la serie de empresas que han cerrado en la región desde el año pasado.
El martes se recibieron las cartas de término de contratos, en un proceso que se extendió por más de seis horas.
Por más de seis horas se prolongó, el lunes, el proceso de finiquito de los más de 350 trabajadores que quedaron sin fuente laboral luego de la quiebra de la Clínica del Maule, en Talca, después de 35 años de funcionamiento.
Los ahora ex funcionarios de la firma se reunieron en el auditorio del edificio de calle Alameda con el liquidador Nelson Machuca, quien se hizo cargo del proceso de quiebra y entregó las cartas de término de contrato; dinámica que provocó honda tristeza en los desvinculados.
"Tengo mucha pena. Yo llevo 28 años trabajando acá", manifestó una de las afectadas, Cristina Cáceres.
"Nos vamos con mucho dolor... Yo llegué soltera acá, sin hijos, sin casa, imagínese lo que significa", acotó Cáceres.
Vivian Ávila coincidió con la expresión de "mucha pena, dolor también".
"Después de 22 años trabajando acá, nos entregan la carta y chao. Yo tuve mi casa acá, mi familia... Siento mucha pena", relató Ávila.
#Maule: Emocionados, los ex funcionarios de la Clínica del Maule de #Talca comienzan a retirarse del inmueble tras recibir sus cartas de término de contrato tras la quiebra de la firma luego de 35 años de funcionamiento, más de 350 trabajadores sin fuentes laborales @Cooperativa pic.twitter.com/vYar6D8szJ
— Jaime Morales Amaya (@MoralesAmaya) 28 de mayo de 2019
Otro de los despedidos, Ángel Gangas, cree que "hay que resignarse no más".
"Es triste el cómo se terminó, pero hay que intentar empezar de nuevo y salir adelante", planteó.
Es, además, la séptima a nivel regional durante el actual Gobierno, luego de las mediáticas quiebras de Iansa Linares, Pastas Suazo y las Cajoneras de Cauquenes, que redundan en una cesantía de 6,3 por ciento en el Maule y 9,1 por ciento en la capital de la región.