Pese al cansancio y a estar abajo en la cuenta, el tenista nacional sacó fuerzas de flaqueza para imponerse por 6-3, 3-6, 2-6, 6-3 y 6-4 al estadounidense Mardy Fish y adjudicarse la presea dorada, elevando nuevamente a Chile a lo más alto del podio olímpico en Atenas 2004.