Estamos en el siglo XXI y los avances científicos y tecnológicos nos sorprenden cada día. Sin embargo, aún son millones las personas que cada mañana consultan el horóscopo para saber qué les depara la jornada y que acuden a astrólogos para comprobar si el zodiaco augura compatibilidad en la relación amorosa que acaban de comenzar.
Cansados de la charlatanería, los científicos Richard Dawkins y George Carlin de la Universidad de Manchester en el Reino Unido iniciaron una cruzada para convencer a las personas de usar la racionalidad y hacer caso omiso a creencias infundadas.
En el afán por probar que los signos zodiacales no tienen nada que ver con la compatibilidad emocional entre las personas, estudiaron los datos de diez millones de matrimonios de su país utilizando cifras del censo. Se analizaron las fechas de nacimiento de los integrantes de cada pareja y la tasa de divorcios, para buscar una conexión entre ambas variables.
Finalmente, se demostró que el signo astrológico no tiene impacto en la probabilidad de casarse - y permanecer casado (a) - con alguien de cualquier otro signo.
Sin embargo, los especialistas si encontraron que las personas presentan una tendencia natural a casarse con aquellos sujetos cuyos cumpleaños estén próximos al suyo.
Según los científicos, faltan aún estudios para determinar el poder sugestivo de la mente humana, lo que podría explicar la predisposición de una persona al éxito o fracaso de su lazo con otro, basándose en lo que cree sobre los signos zodiacales.
Otro estudio realizado en 2001 exclusivamente en mujeres, demostró que la astrología es tomada en serio por muchas personas: el 72 por ciento de las encuestadas dijo no creer que se trate sólo de superstición y un 90 por ciento reveló que investigan los signos de las personas con las que tienen relaciones.