La decisión del primer astronauta brasileño de retirarse de la Fuerza Aérea apenas dos meses después de haber viajado al espacio a costas del país generó indignación entre integrantes del Gobierno y el Congreso, informó este jueves la prensa local.
El teniente coronel Marcos Pontes, de 43 años y quien el pasado 30 de marzo viajó al espacio en la nave rusa Soyuz y permaneció ocho días en la Estación Espacial Internacional, pidió su jubilación de la Fuerza Aérea Brasileña la semana pasada para dedicarse a dar conferencias financiadas por empresas privadas.
El gobierno brasileño invirtió cerca de 10 millones de dólares en la formación de su astronauta, primero en Estados Unidos y luego en Rusia, y en los acuerdos que firmó para permitir que el oficial llegara al espacio.
"Fue mucho dinero y ahora, cuando él podría compartir sus conocimientos con los colegas, se aleja. El país pierde con eso", afirmó el diputado oficialista Walter Pinheiro, miembro de la Comisión de Ciencia y Tecnología de la Cámara de Diputados, en declaraciones publicadas por el diario Extra.
"Muchos imaginaron que él permanecería en la carrera por patriotismo, pero, en este caso, lo que más pesó fueron sus intereses personales", agregó el diputado opositor Alberto Goldmand, de la misma comisión.
El procurador del Tribunal de Cuentas, Lucas Furtado, afirmó que desde el punto de vista legal Pontes puede retirarse de las Fuerzas Armadas cuando lo desee, "pero en términos morales es otra historia".
El presidente brasileño, Luiz Inácio Lula da Silva, dijo que no podía dar opiniones sobre las reglas de jubilación de los militares y agregó que el astronauta aún podrá ser aprovechado por el país.
"El comandante Pontes es una figura que ganó proyección mundial y nacional. Con certeza eso será aprovechado en la aeronáutica o en algún centro de estudios tecnológicos del país. El se convirtió en una personalidad que puede ser aprovechada", afirmó el jefe de Estado.
"Lo que no puedo es juzgar si la Fuerza Aérea tiene un plan de carrera, si las personas completan un cierto período y tiene que jubilarse. Eso es problema de ellos y no puedo opinar", agregó.
El presidente de la Agencia Espacial Brasileña, Sergio Gaudenzi, dijo que a Pontes, tras 30 años en la Fuerza Aérea, se le encomendarían tareas en las que se pudiese aprovechar su experiencia, como la formación de nuevos astronautas, pero aclaró que ahora ese tipo de trabajo tendrá que ser remunerado. (EFE)