Un susto pasaron los astronautas que residen en la Estación Espacial Internacional (EEI), que orbita a más de 350 kilómetros de la Tierra, cuando detectaron este lunes un mal olor en la cabina, que finalmente resultó ser vapor.
Un vocero de la NASA señaló que en principio se creyó que había humo dentro de la EEI, pero luego se confirmó que sólo se trataba de vapor.
Los ocupantes de la nave trabajaban en el generador de oxígeno "Elektron", cuando informaron a la NASA lo sucedido, pensando que el incidente podría estar relacionado con un escape de hidróxido de potasio, un líquido tóxico que se usa en aquella unidad.
La agencia espacial señaló que los astronautas se pusieron lentes de seguridad y guantes, pero que no fue necesario que se protegieran con mascarillas de emergencia.
"La situación se ha estabilizado ahora", indicó el ingeniero de vuelo de la EEI, Jeffrey Williams y aclaró que había un "olor muy fuerte, pero que nunca hubo humo".
Asimismo, según las declaraciones del comandante de la tripulación, Pavel Vinogradov, "todo está bien, ya no hay problemas, no hay más escape del líquido". (EFE)