El centro de la Vía Láctea hay un agujero negro supermasivo, Sagitario A* (pronunciado Sagitario A estrella), que salió de su letargo espacial hace 200 años para devorar gas y otros desechos cósmicos que se encontraban en su vecindario.
El descubrimiento, que publica este miércolesNature, fue posible a los datos recogidos por el telescopio IXPE de la NASA en los que se basa un equipo internacional encabezado por la Universidad de Estrasburgo (Francia).
Nature research paper: X-ray polarization evidence for a 200-year-old flare of Sgr A* https://t.co/9RwKgmSVVw
Sagitario A*, descubierto en 1974, se estima que es cuatro millones de veces más masivo que el Sol, pero es mucho menos luminoso que los agujeros negros de otras galaxias observadas hasta hoy, lo que sugeriría que no ha absorbido activamente material de su alrededor.
Sin embargo, los datos de IXPE sugieren que este enorme agujero "se despertó" a comienzos del siglo XIXy durante un año se tragó a los objetos cósmicos que transitaban lo bastante cerca de él.
Tras ese periodo de actividad, Sagitario A* volvió a su estado de tranquilidad, explicó el francés Centro Nacional de la Investigación Científica (CNRS).
En la Tierra no se sitió ningún efecto, pues el agujero negro está ubicado a más de 25.000 años de luz del planeta, pero un eco de rayos X emitido hace unos 200 años fue captado ahora.
El panel inferior combina datos de IXPE, en naranja, con datos de Chandra en azul. El panel superior muestra un campo de visión mucho más amplio del centro de la Vía Láctea, cortesía de Chandra. Las delgadas líneas blancas superpuestas en el panel superior enmarcan el área resaltada e indican que la perspectiva en el panel inferior se ha girado aproximadamente 45 grados a la derecha. Créditos: NASA/CXC/SAO/IXPE.
Los astrónomos usaron datos de IXPE que revelaron una emisión de rayos X relativamente reciente procedente de gigantescas nubes de gas en las cercanías del agujero.
La mayor parte de las nubes cómicas, llamadas nubes moleculares, son frías y oscuras, por lo que sus rayos X deberían ser débiles, pero en el caso de la cercanas a Sagitario A* brillaban de forma muy luminosa.
Una de las hipótesis es que estas gigantescas nubes moleculares eran tan brillantes porque se hacían en eco de un destello de luz de rayos X de hace mucho tiempo, "lo que indica que nuestro agujero negro supermasivo no estaba tan tranquilo hace unos siglos", dijo el autor principal del estudio Frédéric Marin, de Observatorio Astronómico de Estrasburgo.
El equipo descubrió que los rayos X de las nubes moleculares son en realidad luz reflejada producida por un intenso resplandor de corta duraciónoriginado en la proximidades del agujero negro supermasivo, probablemente causado por la acreción de parte del gas de esas nubes por Sagitario A*, indica la Agencia Espacial Italiana (ASI)
Los datos de IXPE ayudaron los investigadores a estimar la luminosidad y la duración del resplandor original. El estudio sugiere que el evento se produjo hace unos 200 años, más o menos, a comienzos del siglo XIX, precisó Steven Ehlert, de la NASA.
El próximo objetivo del equipo es repetir las observaciones y determinar los mecanismos físicos necesarios para que un agujero negro pase de un estado de "somnolencia" a otro de actividad.