Rusia anunció que ha perdido el contacto con el satélite científico Relek, un proyecto destinado al estudio de las partículas energéticas, rayos gamma cósmicos y el entorno radiactivo en torno a nuestro planeta.
"Aproximadamente hace un mes que se perdió el contacto con Relek. Desde entonces, los especialistas han intentado reanimar el aparato, pero sin éxito", informó una fuente de la industria espacial a la agencia Interfax.
La última vez que Relek envió información al Instituto de Física Nuclear de la Universidad Estatal de Moscú, que ideó el aparato en colaboración con científicos de otros países, fue a principios de diciembre.
"Los técnicos siguen intentando reprogramar el sistema de mando de abordo. Si en breve no se logra restablecer la comunicación con el satélite, el aparato se puede dar por perdido", agregó.
Puesto en órbita en julio de 2014, Relek debía operar durante tres años, período durante el que se proponía suministrar datos cruciales para ámbitos como los pronósticos climatológicos y la geofísica.
Entre otras cosas, debía remitir información sobre las ondas electromagnéticas y la interacción de las partículas de energía en la atmósfera e ionosfera, lo que podría permitir a los especialistas pronosticar los movimientos sísmicos en la Tierra.
Además, dispone de un telescopio para detectar fenómenos luminosos, como fulgores de rayos gamma, en las altas capas de la atmósfera.
El anterior aparato de la serie MKA-FKI lanzado en 2012 tampoco pudo completar su misión de tres años, ya que dejó de operar a los 12 meses.
El satélite Relek, que tiene 250 kilos de peso y dispone de placas solares para la generación de energía, es una versión del aparato Karat construido por la corporación de cohetes espaciales Lavochkin.