La NASA canceló alerta a la EEI por amenaza de basura espacial
Un fragmento del satélite podría acercarse a una distancia de unos 850 metros de la estación.
Los astronautas no tendrán que refugiarse en otra base para evitar el impacto.
Un fragmento del satélite podría acercarse a una distancia de unos 850 metros de la estación.
Los astronautas no tendrán que refugiarse en otra base para evitar el impacto.
La NASA determinó que el fragmento de satélite chino Fengyun 1C que se aproximaba a la Estación Espacial Internacional (EEI) no supone un riesgo para sus tres habitantes, que no tendrán que refugiarse en la nave de emergencia Soyuz.
El director de la misión de control de turno Brian Smith canceló la planificación de emergencia después de que los controladores de vuelo concluyeran, tras evaluar los últimos datos de seguimiento, que la pieza, de unos diez centímetros, no planteaba ninguna amenaza para la estación ni sus tres habitantes.
El comandante Dan Burbank y los ingenieros de vuelo Anton Shkaplerov y Anatoly Ivanishin, fueron informados el martes de la posibilidad de que tuvieran que refugiarse en la nave Soyuz, adosada a la estación y que actúa como "bote salvavidas", después de que la información inicial indicara una alta probabilidad de que los escombros pudieran chocar con la estación.
Las predicciones apuntaban a que el fragmento del satélite que fue destruido en 2007 podría acercarse a una distancia de unos 850 metros de la estación sobre las 09.43 GMT del miércoles.
Según los procedimientos de la NASA, ante la amenaza de un impacto con un objeto, el control de misión trata de maniobrar la estación espacial para alejarla de la trayectoria prevista, si hay suficiente tiempo para coordinar el movimiento.
Si no hay tiempo y el objeto se acerca demasiado, el control de la misión pide a la tripulación que tome las precauciones que establece el protocolo, como cerrar las escotillas entre los módulos de la estación y entrar en la nave Soyuz, unos 30 minutos antes de la máxima aproximación.
En 2009, la tripulación a bordo de la estación espacial tuvo que refugiarse en la Soyuz ante el peligro de una colisión con los restos de un artefacto utilizado para lanzar un satélite a una órbita más distante, aunque al final pasó de largo sin incidencias.
Los restos del artefacto fueron detectados cuando ya era tarde para llevar a cabo una maniobra de desvío, por lo que la NASA recomendó a los tres tripulantes -el comandante de la EEI, Michael Fincke, los ingenieros de vuelo Sandra Magnus y Yury Lonchakov- que evacuaran la Estación, cerraran las compuertas y se refugiaran en la nave rusa.
El albergarse en la Soyuz da más seguridad a los tripulantes y les hubiese permitido partir rápidamente de la EEI en el caso de que los desechos impactaran en la Estación y causaran una pérdida de presión.
La NASA da seguimiento a más de 500.000 piezas de desechos, o "basura espacial", que giran en órbita de la Tierra y viajan a velocidades de hasta 28.000 kilómetros por hora, lo suficientemente rápido como para que una pieza pequeña dañe un satélite o una nave espacial.