La Universidad de Chile y la Fuerza Aérea de Chile (FACh) unirán por primera vez sus fuerzas para impulsar un programa espacial chileno.
Según informó el diario El Mercurio, ambas instituciones no relacionadas entre sí firmarán este lunes un convenio entre sus equipos que busca ser un punto de inflexión hacia la creación de un sistema espacial colaborativo.
El acuerdo, que tendrá las rubricas del comandante en jefe de la FACh, Arturo Merino Núñez, y el rector de la U. de Chile, Ennio Vivaldi, apunta a potenciar en forma colaborativa -con el plantel como agente articulador del mundo civil- el desarrollo tecnológico, la información geoespacial, las telecomunicaciones satelitales, la ciberseguridad y el modelamiento matemático de datos.
Ambas instituciones han colocado satélites en órbita, pero por separado.
El 31 de agosto de 1995, Chile daba un paso histórico en su proyección al espacio cuando se puso en órbita el primer satélite nacional: el Fasat Alfa, una creación conjunta de ingenieros de la FACh y una empresa británica especialista en proyectos satelitales. Sin embargo, el lanzamiento desde un cosmódromo en Kazajistán terminó en fracaso cuando no se pudo separar del satélite madre, por lo que nunca pudo activarse.
Con esa experiencia, tres años después, fue lanzado el Fasat Bravo y, en 2011 el Fasat Charlie, cuya vida útil de cinco años ya se cumplió, pero sigue funcionando.
Por su parte, la U. de Chile lanzó en junio de 2007 el nanosatélite Suchai, que con apenas 10 centímetros cúbicos recorrió 338,7 millones de kilómetros y dio 7.836 órbitas a la Tierra hasta que a finales del año pasado, tras 16 meses operativo, quedó inactivo.
Mientras el equipo espacial de la Casa de Bello aún trabaja con los datos aportados por el Suchai, actualmente se encuentra preparando el lanzamiento del Plantsat, a comienzos del 2020, que intentará mantener viva una planta en el espacio, consigna El Mercurio.
También están en construcción los Suchai 2 y 3, que aún no tienen fondos para el lanzamiento.