Tener un perro puede estar asociado con una vida más larga y mejores resultados cardiovasculares.
Es una idea que entre los amantes de los animales siempre ha rondado, aunque no existieran evidencias científicas que lo respaldaran. Sin embargo, ahora parece ser, por lo menos, un planteamiento válido, según exploraron un estudio y un metanálisis publicados en la Circulation: Cardiovascular Quality and Outcomes, la revista de la Asociación Americana del Corazón (AHA, por sus siglas en inglés).
Eso sí, las investigaciones precisan que el efecto de los canes es especialmente interesante para los sobrevivientes de ataque cardíaco y accidente cerebrovascular que viven solos.
"La propiedad del perro está asociada con reducciones en los factores que contribuyen al riesgo cardíaco y a los eventos cardiovasculares", explicó Glenn N. Levine, presidente del grupo de redacción de la declaración científica de la AHA sobre la tenencia de mascotas, según consigna ABC.
Eso sí, aclaró que esta investigación no puede "probar" que adoptar o poseer un perro conduce directamente a una mortalidad reducida, pero sí que estos "hallazgos sólidos apuntan claramente en esa dirección".
Tras investigaciones previas, que demostraron cómo el aislamiento social y la falta de actividad física pueden afectar negativamente a este tipo de pacientes, los recientes estudios tenían el fin de determinar cómo tener un perro afecta en estos resultados de salud.
Los resultados del estudio
Los investigadores realizaron comparaciones con los resultados de salud obtenidos por personas que no tenían mascota con dueños de perros, después de un ataque cardíaco o un derrame cerebral.
Los resultados obtenidos concluyeron que, en comparación con pacientes que no tenían mascota, los dueños de perros que viven solos después de la hospitalización tienen un 33 por ciento menos de riesgo de muerte tras un ataque cardíaco, mientras que para los que viven con una pareja o un niño bajaba a un 15 por ciento.
En el caso de los pacientes con accidente cerebrovascular que viven solos el riesgo fue un 27 por ciento menor, por su parte, los que viven con una pareja o un niño obtuvieron un 12 por ciento menos de probabilidades.
Asimismo, los investigadores señalaron también que las personas que tienen animales experimentaron un 24 por ciento de riesgo reducido de mortalidad por todas las causas, en comparación con quien no posee una mascota.
Este menor riesgo de muerte asociado a las propiedades que tiene los perros se deben al aumento en la actividad física y la disminución de la depresión y la soledad, expusieron.