Colombiano recorrerá a pie 30.000 kilómetros por causa humanitaria
Henry Sánchez pretende cubrir la extensión completa del continente americano, de sur a norte.
El atleta busca recaudar fondos para un centro de discapacitados de su pueblo natal.
Henry Sánchez pretende cubrir la extensión completa del continente americano, de sur a norte.
El atleta busca recaudar fondos para un centro de discapacitados de su pueblo natal.
Desde la ciudad argentina de Ushuaia, una de las más australes del mundo, hasta el estado de Alaska, en Estados Unidos, un colombiano pretende recorrer los 30 mil kilómetros que conforman el continente americano, de sur a norte.
Henry Sánchez, nacido en la ciudad de Ipiales, en la frontera con Ecuador, inició su travesía en junio del año pasado y se encuentra actualmente en La Paz, la sede del Gobierno de Bolivia, tras siete meses de caminata.
El atleta se ha propuesto recorrer América en 30 meses, en los que pasará por 16 países, con el objetivo de conseguir fondos para la creación de un centro de rehabilitación de discapacitados en Ipiales.
Este profesor universitario de 35 años que escribió varios libros, entre ellos manuales con soluciones a problemas matemáticos y cuadernos de acrósticos, emprendió su hazaña contando sólo con sus ahorros y ha logrado avanzar gracias a la solidaridad de la gente que encuentra por el camino.
"Al principio tenía el apoyo de algunas empresas y quería conseguir más patrocinadores pero vieron que no era algo lucrativo y desistieron", lamentó Sánchez al recordar el inicio de su aventura.
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| Su travesía se inició en junio pasado y se prevé que concluya a fines de 2010. (Foto: EFE) |
Orígenes de la idea y sus dificultades
La idea de unir América en sus extremos con una caminata surgió en 2003, cuando el colombiano corrió descalzo 2.100 kilómetros en su país para conseguir apoyo económico destinado a un terreno que pudieran usar los discapacitados en su ciudad natal.
"En 2005, cuando regresé al terreno y vi que no se había construido nada y que estaba lleno de maleza, decidí que tenía que hacer algo más", expresa Sánchez al tiempo que remarca su "compromiso y una responsabilidad con los discapacitados".
¿Sus miedos en el camino? Las lesiones, que hasta ahora no le han impedido avanzar, y conseguir una visa para entrar en Estados Unidos, donde prevé acabar su recorrido en Alaska a finales de 2010.
"Tengo todas las condiciones para que me rechacen el ingreso en Estados Unidos: no tengo dinero, ni un trabajo en el país", bromea Sánchez quien, no obstante, no duda en ningún momento de que conseguirá completar esta gesta.