La canciller alemana, Angela Merkel, definió al Premio Nobel de la Paz y superviviente de Auschwitz Elie Wiesel como "una de las personalidades más destacadas del último siglo" que mantuvo viva la memoria del Holocausto y a la vez trabajó por la reconciliación.
"Una voz de la moral y la humanidad ha enmudecido", dijo Merkel a través de un comunicado difundido hoy tras la muerte, ayer, del premio nobel de la Paz.
"Estaba convencido de que solo manteniendo vivo el recuerdo de la crueldad del Holocausto se podía evitar que se repitiese ese oscuro capítulo de la historia", agregó, antes de recordar que Wiesel tuvo permanentemente tendida la mano a los alemanes para la reconciliación.
Por su parte, el presidente alemán, Joachim Gauck, definió a Elie Wiesel como un "testigo de los años más oscuros de la historia de Alemania" que no será olvidado nunca.
Wiesel, según Gauck, "logró mantener vivo el recuerdo de los años más oscuros de la historia de Alemania y advertir a la gente joven de los peligros de la ultraderecha y la xenofobia".
El presidente germano recordó también una frase de Wiesel, superviviente también del campo de concentración de Buchenwald: "hablar de ello es imposible, callar es inmoral".
"No lo olvidaremos nunca", dijo Gauck.
Wiesel, originario de la localidad húngara de Sighet (actual Rumanía), fue uno de los escritores judíos más conocidos y ardiente defensor de la memoria del Holocausto mediante la educación.
Autor de 47 libros, cuatro de ellos sobre el Holocausto que los judíos sufrieron a manos de los nazis durante la Segunda Guerra Mundial (1939-45), Wiesel dedicó su vida a la defensa de los derechos humanos y la lucha contra la opresión en los cinco continentes, lo que le valió el Nobel de la Paz en 1986.