HRW para las Américas: Alza del crimen organizado no es responsabilidad de los migrantes
Juanita Goebertus sostuvo en Cooperativa que los "retos de inseguridad habla de los problemas que tenemos en política de seguridad".
Juanita Goebertus sostuvo en Cooperativa que los "retos de inseguridad habla de los problemas que tenemos en política de seguridad".
La directora de la División de las Américas de Human Right Watch, Juanita Goebertus, sostuvo en Lo Que Queda del Día que la migración no es la responsable de que aumente el crimen organizado en la región.
Según Goebertus, producto del aumento de regímenes autoritarios en la región, en los últimos 15 años se contabilizan unas 15 millones de personas que se han visto forzado a migrar, sobre todo desde Venezuela, cruzando rutas tan peligrosas como la jungla del Darién, en la frontera entre Panamá y Colombia.
La abogada remarcó que "es un reto que América Latina, en general, no había estado acostumbrada a esta ola de migrantes, (...) pero también hay que ser conscientes de la forma -a veces malintencionada- en la que se usa un discurso populista desde algunos sectores políticos para hacernos creer, por ejemplo, que las falencias en las políticas de seguridad son culpa de los migrantes".
"La mayoría de los delitos asociados al crecimiento del crimen organizado en América Latina (...) no es responsabilidad de los migrantes, no tiene un peso superior a su población. Que estemos enfrentando estos retos de inseguridad habla de los problemas que tenemos en política de seguridad que sean efectivas y protectoras de los derechos humanos", enfatizó en Cooperativa.
Goebertus añadió que "las políticas que intentan bloquear a migrantes, como la idea de EEUU de negociar con Guatemala o México la imposición de visados a ecuatorianos y venezolanos, lejos de frenar a migrantes y debilitar el crimen organizado, lo que hace es empujar a migrantes a rutas más peligrosas porque la gente viene escapando de contextos tan violentos y de tal persecución que, aunque sepan que se enfrentan a toda suerte de retos en el camino, están dispuestos a asumir esos riesgos".
El Darién es una selva plagada de peligros naturales y presencia de grupos criminales que es usada a diario por centenares de personas que desean llegar a norteamérica en busca de mejores condiciones de vida. El incremento de ese flujo migratorio ha sido progresivo en los últimos años hasta que en 2023 hubo un número de tránsitos récord.