Tahlequah, una orca del noroeste del Pacífico conocida como J35, ha vuelto a conmover al mundo al repetir un desgarrador acto de duelo. En 2018, la madre llevó a su cría muerta durante 17 días, y ahora ha sido vista nuevamente cargando el cuerpo de su nueva cría fallecida, una hembra que murió poco después de nacer. Este comportamiento refleja los profundos lazos emocionales de las orcas y destaca su capacidad para sentir y expresar dolor de manera compleja, según expertos del Centro de Investigación de Ballenas en Washington.
Este trágico suceso resalta los graves desafíos que enfrentan las orcas residentes del sur, una población críticamente amenazada por la escasez de alimentos, la contaminación y el ruido de las embarcaciones. Tahlequah, que se convirtió en símbolo de la lucha por la conservación marina en 2018, vuelve a poner en evidencia la necesidad de medidas urgentes para proteger a estas icónicas criaturas y garantizar su supervivencia en un entorno cada vez más hostil.