Un gay chino demandó a un hospital de la provincia de Henan (centro del país) por someterle a un tratamiento de 19 días para un "desorden de la orientación sexual", en el que fue atado a la cama, medicado y amenazado con violencia.
Según informó la agencia de noticias oficial China News Service, el hombre, identificado con el seudónimo Yu Hu, fue forzado por su familia a recibir ese tratamiento en la ciudad de Zhumadian el pasado mes de octubre después de divorciarse de su esposa por su identidad sexual.
Yu, de 32 años, salió del hospital después de que su novio contactara con varios grupos defensores del colectivo LGTB (lesbianas, gais, transexuales y bisexuales) y de que éstos advirtieran a la policía.
El demandante considera que se infringió su libertad personal al obligarle a permanecer atado y al recibir amenazas de violencia si no cooperaba, por lo que su abogado presentó una querella en un tribunal local el mes pasado, que ya ha sido admitida a trámite.
"Lo hicieron simplemente porque soy gay. No sé cuánta gente más puede haber sido tratada así. Tienen que asumir sus responsabilidades por ello", declaró Yu.
"La libertad personal de los ciudadanos chinos está protegida por ley y no puede ser infringida por los hospitales o por los miembros de la familia de uno. Va contra la ley llevar a cabo una hospitalización contra la voluntad del demandante", dijo el abogado de Yu, Huang Rui.
No es el primer caso de denuncias contra los tratamientos para "corregir" la orientación sexual que ofrecen centros médicos en China, puesto que en 2014 un juzgado de Pekín obligó a un gabinete de psicólogos de la ciudad de Chongqing (centro) a disculparse por intentar cambiar la identidad sexual de un gay.
En China, la homosexualidad dejó de ser considerada enfermedad en 2001, aunque abundan los casos de discriminación contra este colectivo en el país, tal y como denuncian los defensores de los derechos de los LGTB.